Alianzas Estratégicas: un paso seguro para el Desarrollo Sostenible

En los últimos tiempos ya nadie niega la importancia de trabajar en red. No en vano en cualquier actividad, hoy se le da una importancia clave a la generación de ésta. Se entiende que “la suma de las partes interactuando es mejor que la suma de las partes solas” (Spencer Kagan).

Es que en todos los órdenes de la actividad socioeconómica los mejores resultados se obtienen cuando varios actores ponen su parte para alcanzar juntos, un objetivo común. Poder alcanzar objetivos que muchas veces sería difícil en forma individual, es posible, través del trabajo en red o de una “alianza estratégica”.

Se comprende que son clave las alianzas estratégicas, cuando las organizaciones unimos esfuerzos para promover acciones eficaces y eficientes, una relación de intercambio en que ambas partes se benefician y se desarrollan alcanzando sus objetivos institucionales, pero por sobre todo, logramos una mejor calidad de vida en la sociedad, en especial en los sectores más excluidos.  

Cada uno de estos actores o participantes de la alianza tienen mucho que aportar de acuerdo con su experiencia, conocimientos, recursos y se ponen al servicio de mejorar la vida de las personas, los resultados no solo son impactantes (más de lo que individualmente podría hacer cada uno) sino que permite que estos logren sus objetivos individuales.

Como es de esperar, los miembros que integran una alianza pueden tener características muy diferentes tanto en origen, tamaño, presencia, recursos, entre otros, por esta razón es se debe considerar estos tres principios:

Equidad: dado que el peso y el poder de los integrantes de una alianza no son siempre igual, se debe contemplar estas diferencias para que todos tengan el mismo derecho de participación independiente de su exposición pública o valor económico; 

Transparencia: la franqueza y la honestidad son claves para la construcción de confianza; la transparencia legítima permite rendir cuentas ante los demás miembros de la alianza y otros grupos de interés;

Beneficio Mutuo: dado que todos los miembros de la alianza deben contribuir a la misma, ésta es saludable cuando busca alcanzar beneficios específicos por encima de los beneficios propios de quienes la conforman; de esta forma se afianza el compromiso de los miembros y la sostenibilidad de la alianza. 

Basados en estos principios se debe evaluar el impacto que hemos tenidos en nuestros socios o beneficiarios o grupos de interés, seguidamente, cual ha sido el valor que esta alianza dejó para cada uno de los miembros y si realmente las instituciones participantes se han beneficiado.

Como expresara el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon en ocasión del lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “el éxito de la Agenda 2030 requerirá alianzas sólidas”, y desde FUCAC coincidimos y actuamos sobre esta visión, siendo reconocidos por DERES en la pasada edición del Programa de Reconocimiento a las Mejores Prácticas que contribuyen con los ODS, con “Tendiendo Puentes”, programa que aporta al ODS 17, el cual se define como “Alianzas para lograr los Objetivos” reconociéndose que “un programa exitoso de desarrollo sostenible requiere alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. 
Estas alianzas inclusivas construidas sobre principios y valores, una visión compartida y metas compartidas, que colocan a la gente y al planeta en el centro, son necesarias a nivel global, regional, nacional y local”. 

Entonces, consideramos fundamental seguir comprometidos con nuestro trabajo, como un instrumento financiero que impulsa la generación de proyectos y actividades con un impacto social positivo. Alentamos las transformaciones que desarrollen una economía más verde: humana, inclusiva y equitativa.