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ALUR avanza con privados para exportar biodiésel desde enero
La agenda en Alcoholes del Uruguay (ALUR), la subsidiaria del Grupo Ancap que produce biocombustibles y azúcar, es intensa. En particular, con un negocio que desde enero del próximo año tendrá un cambio relevante: la producción de biodiésel que hoy se mezcla en un 5% con cada litro de gasoil.
Un artículo votado en la última ley de Rendición de Cuentas elimina la obligatoriedad de esa mezcla e impide que Ancap traslade el sobrecosto de $ 1,5 por litro sobre el precio que pagan los consumidores uruguayos por cada litro de gasoil. Esto obliga a las autoridades de Ancap y ALUR a buscar alternativas para ese biodiésel y no generar una tensión en las finanzas de Ancap. El último botón que quieren apretar las autoridades es la bajada de cortina definitiva del complejo industrial en Capurro. Por eso, esperan que en el correr de este mes y diciembre se puedan atar distintos negocios que permitan la continuidad en la producción de biodiésel, por lo menos, con un margen mínimo de utilidad que permita pagar el contrato de molienda -vigente con Cousa hasta 2029- y la amortización de la inversión que se hizo en su momento para ese negocio.
Según supo El Observador en las últimas semanas hubo un “negociaciones concretas” con un privado de la región que está interesado en llevarse un volumen de biodiésel equivalente a unos tres meses de producción. Si ese negocio logra cerrarse, será un “aire importante” para buscar otra alternativa más de mediano y largo plazo, explicó una fuente oficial.
Además, liberaría a Ancap de tener que asumir el sobrecosto que implicaría la mezcla con biodiésel en cada litro de gasoil que venda al público desde enero del próximo año.
Actualmente, ALUR está procesando la zafra de canola -que está en plena cosecha- para la producción de biodiésel (tiene contratos con agricultores) y tendrá materia prima para procesar ese biocombustibles hasta el cierre del primer trimestre de 2022. En el próximo otoño, ya se ingresa en la zafra de molienda de soja.
Hay interés y nuevos negocios
En el gobierno son optimistas en que la producción de biodiésel se mantendrá en pie. Es que en las últimas semanas han notado un interés creciente de distintos jugadores europeos que buscan llevarse biodiésel desde ALUR tanto de primera generación (granos) como de materias primas de avanzadas, es decir, no directamente con granos que pueden tener uso como alimento sino con desechos como el cebo vacuno, oleína o glicerina, que son subproductos de la elaboración de biodiésel de mayor valor.
Otra opción que también se ha manejado es la de promover la implantación de camelina, en un proceso similar al que en su momento se lideró e impulsó desde ALUR con la siembra de canola en Uruguay. La camelina es un cultivo de invierno -ideal para la cobertura de las chacras de soja- y tiene la ventaja que no requiere suelos de productividad elevada y tolera bastante bien el déficit de agua. El grano se utiliza para producir aceite industrial, alimenticio y farmacéutico.
Cuánto le cuesta a Ancap
De acuerdo a información de Ancap, el precio del biodiésel se ubicó en US$ 1.500 por metro cúbico en agosto, lo que implicó un aumento del 14% respecto a igual mes del año pasado. Esto se explica por el comportamiento alcista en los precios internacionales de las materias primas.
El contrato de ALUR con Cousa -vigente hasta 2029- establece el pago de casi US$ 10 millones por la molienda de 170 mil toneladas (base soja). En un régimen normal, la producción de ALUR alcanza un volumen que está entre las 150 mil y 155 mil toneladas, pero está la posibilidad de llegar a moler 260 mil toneladas anuales pagando un adicional variable en caso que surjan nuevos destinos para la exportación de biodiésel.
