Las euforias son cada vez más cortas en Argentina. El lunes pasado el gobierno anunció, con la pompa de los hechos históricos, el cierre del canje de la deuda, con un altísimo nivel de adhesión por parte de los acreedores: el 93,5% de aceptación implica, por efecto de las cláusulas de acción colectiva, que el 99% de los bonos serán canjeados.