Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
Con precios en alza, los productores argentinos aprovechan para vender el trigo de la próxima cosecha, que podría ser récord.
Argentina entrará en noviembre-diciembre con menor competencia desde los principales exportadores del Hemisferio Norte y con el principal productor del Hemisferio Sur, Australia, con muy baja oferta por la sequía en ese país.
Si bien las condiciones climáticas han sido favorables hasta ahora para la implantación y desarrollo inicial de los cultivos, los limitados stocks con lo que se llegará a la cosecha deja muy bajo margen de acción para un fracaso productivo o, incluso, para una cosecha regular.
Según los datos del Ministerio de Agroindustria, hasta el 8 de agosto los exportadores ya habían declarado compras por 5,08 millones de toneladas. Este volumen es 66% superior al de un año atrás (3,047 millones de toneladas) y sería equivalente a casi el 40% del potencial saldo exportable de Argentina para la campaña 2018/2019.
Así surge de los cálculos de la Dirección de Información y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, que estima una producción récord de 21 millones de toneladas para el nuevo ciclo del cereal en Argentina.
El saldo exportable llegaría a 13,5 millones de toneladas, contra los 11,4 millones estimados para la zafra 2017/2018 que termina sobre noviembre.
Según las estimaciones de la entidad, Argentina llegaría a la próxima cosecha con muy bajos stocks. Al mes de julio las existencias de trigo en acopios, plantas y elevadores en los puertos (excluyendo el grano en poder de los productores) se ubicaron en 2,42 millones de toneladas, un volumen casi 33% inferior a los 3,59 millones de toneladas declarados un año atrás y el menor tonelaje en 16 meses.
Los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario destacaron que la producción de la zafra pasada "ha probado ser demasiado escueta en relación a las necesidades de la demanda".
Tomando el cociente entre los stocks a julio sobre la demanda total, "da apenas un 13% cuando el mínimo anterior registrado en 2002 fue de 16%".
En Brasil, en tanto, se ven buenas perspectivas en Rio Grande do Sul, pero con problemas de sequía que limitarían el crecimiento de la producción en Paraná.
Según la publicación especializada Trigo & Farinhas, en Rio Grande los exportadores ya han comprado alrededor de 350.000 toneladas de trigo para colocar en los mercados externos.
De ese total, 200.000 toneladas serían de trigo para molienda y 150.000 toneladas con destino forrajero.
Es un volumen de exportaciones ya superior al proyectado por la estatal Compañía Nacional de Abastecimiento de 300.000 toneladas para 2018/2019.
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