"Podrían aproximarse tiempos de prepararse para una Irlanda Unida”, dijo Michell O’Neill

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Asamblea de Irlanda del Norte no logra acuerdos para designar Primer Ministro

Luego del triunfo en las elecciones del 5 de mayo, el Sinn Fein se constituyó en el partido mayoritario, pero encuentra resistencias a la designación de su candidata
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01 de junio de 2022 a las 05:02

El histórico acuerdo de Viernes Santo del 10 de abril de 1998 puso fin a más de cien años de enfrentamientos entre los nacionalistas católicos (representados políticamente por el Sinn Fein y en el terreno de la acción directa por el IRA) y los sectores unionistas (básicamente el Ulster Unionist Party) que se oponían frontalmente a cualquier secesión o autonomía de la región, que continuaba bajo dominio inglés después de que —en 1916— el resto de la isla se constituyera independiente como República de Irlanda.

Los acuerdos establecieron, entre otros puntos referidos al compromiso de paz, el desarme de los bandos paramilitares enfrentados y el retiro de las tropas inglesas de la región, la constitución de una Asamblea de Irlanda del Norte, un Ejecutivo nominado por un sistema de poder compartido y un método de “doble mayoría” (cross-community principle), es decir la aprobación de los miembros de las dos comunidades (católica y unionista) para sancionar las leyes.

A 24 años de esos acuerdos, el reciente triunfo del Sinn Fein en las elecciones para la Asamblea que lo catapultó a la condición de primera fuerza política y la consecuente posibilidad de designar el Primer Ministro, no se ha podido plasmar en la efectiva designación de su candidata, la vicepresidenta del partido, Michelle O’Neill.

Hay que recordar que, en las elecciones del 5 de mayo pasado, el Sinn Fein obtuvo, el 29% de los votos, seguido por el Democratic Unionist Party con el 21,3%, el Alliance Party con el 13,5%, el Ulster Unionist Party con el 11,2% y el Socialist Democratic Labour Party con el 9,1%. Los 90 escaños de la Asamblea se reparten proporcionalmente a los votos recibidos en las elecciones y es misión de la misma designar a su presidente (Speaker) al Primer Ministro y al Vice Primer Ministro.

El principio de “doble mayoría” establecido por los acuerdos de Viernes Santo, un mecanismo pensado para garantizar el consenso y la armonía entre nacionalistas y unionistas se ha transformado de hecho en un mecanismo de veto a las decisiones de los miembros de la Asamblea.

En la instancia actual de elección de presidente de la Asamblea, la posición de los miembros del Democratic Union Party (partido conservador de derecha y férreo defensor del Brexit) impide que se concrete el nombramiento de alguno de los dos candidatos propuestos: Mike Nesbitt, del Ulster Unionist Party (Conservador, pro Brexit) y Patsy Mc Glon del Socialist Democratic Labour Party (nacionalista de centro izquierda europeísta, pro Brexit).

El cargo de presidente es vital para su funcionamiento del organismo ya que —según los acuerdos del Viernes Santo— sus poderes y deberes incluyen prácticamente la totalidad de la gestión cotidiana del organismo, la toma de juramento a los miembros el proceso de elaboración, presentación y publicación de las leyes, comunicación con otras legislaturas del Reino Unido y otra funciones administrativas y protocolares.

La oposición del DUP se basa en que no es posible poner en marcha la Asamblea y elegir autoridades sin antes tomar conocimiento de postura y acciones concretas del Reino Unido con respecto al Protocolo sobre el Brexit que fue establecido a postrimerías de la separación de la Unión Europea en 2016. Las normas del Protocolo contemplan una serie de medidas aduaneras, de control e inspección de mercaderías y alimentos que ingresan desde Europa a Irlanda del Norte y la armonización con las normas europeas de comercio, transporte y sanidad. El DUP, tenaz opositor al europeísmo, considera que la aplicación del Protocolo pone a Irlanda de Norte bajo la férula comercial del continente.

Como sin designación previa de un presidente la Asamblea no puede funcionar para elegir Primer y Viceprimer Ministro, la situación se ha transformado en un impasse cuya conclusión no aparece muy clara. Luego de este fracaso para designar autoridades, Michell O’Neill ha dicho que “la posición del DUP es un castigo al público, a los votantes que se encuentran en la incertidumbre por las acciones de ese sector”.

El Sinn Fein ha hecho un nuevo llamamiento para intentar un acuerdo en una sesión futura, ya que según las normas establecidas, el organismo no puede tomar absolutamente ninguna decisión sin el previo nombramiento de su presidente. La postura del Sinn Fein ha recibido el apoyo del Alliance Party y del SDLP, pero esto no es suficiente para avanzar en la designación propuesta.

“El pueblo ha hablado y quiere acción, no protestas. Quiere que los partidos y cada miembro electo como miembro de la Asamblea se arremangue y se dedique a trabajar”, expresó Michell O’Neill en el recinto. Y agregó, en alusión directa a la excusa del DUP para bloquear al organismo: “La parálisis causada por el DUP afecta al público y no a la Unión Europea, yo estoy acá, lista para trabajar”.

Si bien en otros momentos desde la implementación de los acuerdos del Viernes Santo han habido impasses, marchas y contramarchas en la vida institucional de Irlanda del Norte, a partir del ascenso del Sinn Fein a su condición de primera mayoría, las eventuales objeciones y trabas que el unionismo pueda interponer a la gestión nacionalista podrían interpretarse en clave de resistencia al espíritu de unidad y coexistencia plasmados en esos acuerdos.

No pocos observadores han tomado muy en cuenta las palabras de Michelle O’Neill en febrero de este año cuando, refiriéndose a las elecciones por venir y al crecimiento de su partido, expresó que “podrían aproximarse tiempos de prepararse para una Irlanda Unida”. Si bien aclaró más adelante que “el pueblo no se despierta pensando en la unidad”, seguramente el objetivo de la reunificación está en la mente y el corazón de los partidarios del Sinn Fein y del pueblo católico.

Con respecto a evitar una posible reunificación, la esperanza final del unionismo descansa seguramente en que los acuerdos de 1998 establecen que la eventual decisión de llamar a una consulta amplia para decidir el cese de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido corresponde al Secretario de Estado para Irlanda, es decir que deja en manos de Londres la palabra final sobre cualquier resolución en ese sentido.

Pero más allá de las pujas Inter partidarias y los problemas institucionales, todo indica que las preocupaciones de los irlandeses siguen siendo los temas sociales irresueltos, la salud y la vivienda.

*Con material de The Guardian, The Washington Post y BBC News

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