Las vacaciones, y en particular las que involucran salir de casa y alejarse por un tiempo de los espacios conocidos, suelen ser momentos de descanso, relajación y ocasiones ideales para cortar con la rutina que nos agobia y nos tiene en una rosca que de tan repetida, puede ser agotadora.
Todo eso les va a faltar a los protagonistas de Asfixiados, que este jueves 23 llega a los cines uruguayos, y que plantea un viaje idílico entre dos parejas que destapará una olla de tensiones e incomodidades, aunque también dejando lugar para provocar unas cuantas risas.
Leonardo Sbaraglia, Julieta Díaz, Zoe Hochbaum y Marco Antonio Caponi protagonizan esta película dirigida por Luciano Podcaminsky: Sbaraglia y Díaz interpretan a un matrimonio de mediana edad, que desde el exterior se ve como una dupla exitosa pero que puertas adentro se revela como una pareja donde la falta de comunicación, las obsesiones mutuas con sus trabajos – él, responsable de una productora audiovisual embarcado en la concreción de una serie protagonizada por Natalia Oreiro, que aparece encarnándose a sí misma; ella, fotógrafa frustrada y dueña de un aclamado restaurante – y el desgaste natural que marca el paso del tiempo han estancado el vínculo.
Para airear un poco la situación y tomarse un respiro de sus ocupaciones, la pareja decide estrenar su yate recién adquirido y emprender un crucero, acompañados por uno de los mejores amigos de la pareja, el arquitecto Rama (Caponi), que se suma al viaje acompañado por su nueva novia, Cleo (Hochbaum), una performer varios años menor que él.
El contraste entre las dos parejas marcará un contrapunto y una serie de intercambios sobre las relaciones sentimentales, el deseo y el amor, y disparará conversaciones entre los viajeros, que subirán gradualmente su intensidad mientras el velero avanza por playas paradisíacas y mares deliciosos. Así, se irán revelando secretos, y saldrán a la luz celos, frustraciones y decepciones guardadas, a veces, durante años.
Con una amenaza de tormenta en el horizonte y la recaída de algunos vicios de la rutina en este descanso lejos de casa, lo que empieza como un apacible crucero se irá convirtiendo en una bomba de tiempo y el barco irá presionando con sus espacios reducidos y unas paredes que se van acercando cada vez más.
Más allá de los vaivenes románticos y amistosos entre el cuarteto de protagonistas, la película de Podcaminsky también tira algunas líneas sobre la gravitación de la tecnología en las vidas modernas, sobre los prejuicios y las diferencias generacionales, y también el peso que las obsesiones puedan tener y causar daño sobre quienes nos rodean.
La relación con los hijos, los deseos y objetivos individuales que se pierden dentro de los proyectos de pareja y el miedo al fracaso también están presentes en el guion firmado por Alex Kahanoff, Andrea Marra, Sebastián Rotstein y Silvina Ganger, en el que la tensión se corta –aunque a su manera también sigue presente– con los segmentos de comedia que salpican el recorrido de los viajeros.
Natalia Oreiro no es la única presencia uruguaya en la película, que fue filmada íntegramente en las costas locales. Los ojos atentos identificarán lugares particulares de la costa de Maldonado, como Punta Ballena y Punta del Este. Sobre esos escenarios sucederá este viaje que navega entre géneros y que a partir de este jueves se suma a la cartelera de los complejos cinematográficos.
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