Si hay un destino que supo reinventarse, ese fue la otrora famosísima isla de Bali. Su explosión en la década de 1990 como el destino “hippie surf exótico”, hoy volvió a ponerse de moda –y se perfila como uno de los destinos más deseados del 2019– mediante la promoción de sus lugares, costumbres y estilo de vida a través, sobre todo, de las redes sociales. Influencers de todo el mundo acuden a disfrutar de sus playas, sus templos, sus festivales, pueblos y costumbres, y a compartir las experiencias con sus miles de followers, aportando a la imagen tradicional balinesa el aditivo perfecto para que todo el que lo ve desee planificar sus próximas vacaciones en esta isla sobre el Índico.
También conocida como la Isla de los Dioses, Bali es un gran plan para incluir en un itinerario, o incluso para viajar exclusivamente unos cuantos días, disfrutar y recorrerla con tranquilidad. Impresionantes terrazas de arrozales, templos, danza, espiritualidad y un paisaje soñado son los llamadores para adentrarse en esta isla. Los templos son de enorme importancia en Bali, cada uno de los más de 10 mil son únicos y hermosos.
Pero además, conocer los templos es también presenciar la cultura y costumbres de sus habitantes, que llegan allí a ofrecer sus ofrendas. Para los balineses, los templos no solo son lugares espirituales sino que también tienen un sentido para la vida en comunidad. Todos los días existen celebraciones, ceremonias y motivos para rendir culto a los dioses. Por eso es importante destinar al menos un día de la estadía a visitar los templos (y siempre tener en cuenta el código de vestimenta y costumbres). Uno de los más conocidos e impresionantes es el Pura Besakih, en la ladera del monte Agung, construido en el siglo XIV, con sus 22 edificios conectados entre sí por terrazas y escaleras, y en su punto más alto, el Penataran Agung, el más importante. Pura Besakih es un buen comienzo para quienes desean acercarse a la cultura hindú. Pura Tanah Lot es otro de los grandes hitos, sobre todo por el lugar donde se ubica; el templo está construido sobre un islote de rocas en en medio del mar. La recomendación es visitarlo al amanecer para ver la salida del sol, o al atardecer. Ambas opciones sumarán belleza a esta visita. Se construyó en este lugar como veneración al dios del mar. Visitar el templo Pura Luhur Uluwatu es una obligación; en una meseta que mira al océano Índico, un edificio religioso del siglo X que fue construido en ese lugar para “proteger a la isla de los malo espíritus”. Esa mística permanece intacta 11 siglos después. Quienes llegan hasta ahí buscan experimentar su mística y espiritualidad en el lugar donde habita Batara Rudra, el dios de la naturaleza y los elementos. Muchos ansían llegar a las fuentes sagradas de Tirta Empul, construido al lado de un manantial cuyas aguas, para los creyentes, son sagradas. Los balineses indican que el manantial se creó por el dios Indra, de ahí sus propiedades curativas. Otros templos hermosos por su arquitectura y por su lugar de emplazamiento son el Batur, el Pura Kehen , el Ulun Danu, el Goa Lawah y el Taman Ayun, el templo del Emperador.
Playas, volcanes, arrozales...Todo lo relacionado con la naturaleza completa la mística de esta bella isla. Las playas, por sobre todas las cosas, son las que se llevan la mayor parte de las miradas. Y es que visitar una isla genera la expectativa de encontrarse rodeado de mar en un entorno natural único. Son kilómetros de costa con un mar con o sin olas (hacia el sur y hacia el norte), para la diversión o un remanso de paz.
Hay para todos los gustos en Bali, y como si fuera poco, en cada playa se puede disfrutar también de hacer una visita a un templo, porque también los hay en varios de estos hermosos parajes. Padang Padang es considerada una de las mejores, por sus blancas arenas y su agua color turquesa. Al sur se encuentra la playa de lujo Seminyak, un paraíso de enorme extensión de arena blanca, famosa por sus puestas de sol y donde se encuentran lujosos hoteles y tiendas. Para quienes desean más que un bello entorno, la playa Sanur ofrece maravillosos arrecifes para explorar con snorkel o buceando. Es una playa familiar ideal para visitarla con niños. Kuta es conocida como la playa de la fiesta, el lugar de la diversión tanto de día como de noche. Y la lista es interminable, pero también vale la pena explorar uno mismo tanto la costa de la isla como las pequeñas islitas cercanas, como Gili Trawangan, considerada una de las más bellas de toda Indonesia, o Nusa Lembongan, donde pasarse el día buceando o realizando actividades acuáticas. Y no solo sus playas son el paraíso, también posee hermosos lagos y lagunas que se encuentran en medio de bosques y montes selváticos.
Que el encanto del sol y el agua no opaque otra de las maravillas balinesas, como territorio de volcanes que es, por lo que una obligación es visitar al menos un cráter. La montaña más alta es el volcán Agung y la más popular es el monte Batur.
Otro de los planes es conocer pueblos y ciudades, entre ellos, por supuesto su capital Denpasar. Es que Bali también posee una muy interesante vida urbana, no solo en la ciudad principal sino también en sus pequeñas localidades.
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