El 14 de diciembre, en una decisión que quedará para la historia del fútbol uruguayo, Diego Alonso fue designado como entrenador de la selección uruguaya de fútbol. El jueves 24 de marzo clasificó a la celeste al Mundial de Catar 2022 y este martes, contra Chile en San Carlos de Apoquindo, cerró su participación en las Eliminatorias con un nuevo triunfo para un peno de 12 puntos sobre 12 disputados.
En estos primeros 107 días de gestión de Alonso al frente de Uruguay cambiaron múltiples aspectos en la vida de la selección. Tanto dentro como fuera de la cancha.
El cambio se comenzó a gestar cuando el ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que preside Ignacio Alonso decidió cesar a Óscar Washington Tabárez el viernes 19 de noviembre, cortando un ciclo que duró 15 años, ocho meses y 13 días.
Los malos resultados y rendimientos en sus últimos partidos en Eliminatorias y la búsqueda de un perfil de entrenador más moderno y con otra personalidad y forma de dirigir, llevaron al ejecutivo a buscar después un relevo.
El nombre apuntado fue el argentino Marcelo Gallardo. Pero la ilusión duró hasta que el 8 de diciembre el exentrenador de Nacional decidió quedarse en River Plate argentino.
Después comenzó una carrera entre Diego Alonso, Diego Aguirre y Alexander Medina.
Tras entrevistarse con los tres candidatos, conocer sus planes de trabajo, valorar sus conocimientos sobre el momento que atravesaba Uruguay y sus posibilidades de realizar ajustes para enderezar el rumbo en las Eliminatorias, Alonso y compañía se decantaron por el Tornado.
¿Por qué? Por su capacidad de liderazgo, su carácter, su vigencia deportiva en la que en cinco años en el fútbol mexicano donde ganó dos veces la Concachampions (el equivalente a la Copa Libertadores en Concacaf), en 2016 y 2019 con Pachuca y Monterrey, y por haber dirigido un Mundial del Clubes en el que culminó tercero.
Además, el entrenador uruguayo de 46 años realizó un movimiento perfecto para reforzar su plan con una jugada estratégica que volcó la balanza a su favor: la incorporación del preparador físico uruguayo, Óscar Ortega, pieza clave en el éxito del equipo de trabajo de Diego Simeone en Atlético de Madrid.
El contrato de Ortega se venció este martes y la AUF buscará ahora renovarlo para el Mundial.
Sus registros previos a desembarcar en el Complejo Celeste eran el punto flaco de Alonso: hacía un año que no dirigía y su experiencia en Inter de Miami en 2020 no había sido buena.
Sin embargo, en entrevista con Referí Alonso hizo una puntualización sobre lo que fue su pasaje por el equipo de David Beckham: "En Inter de Miami no me fue bien si lo analizo desde el lado de que siempre peleo por los títulos, pero desde otra óptica el equipo clasificó a playoffs y solo seis equipos nuevos en la historia de MLS jugaron playoffs en su primera temporada. Al año siguiente (2021) el equipo no entró a playoffs".
El 18 de diciembre dio su primera entrevista, en exclusiva para AUFTV donde dijo: "Es lo máximo para un entrenador, me siento muy motivado, convencido de la capacidad que tiene mi staff de trabajo para poder aportarle herramientas al grupo de jugadores para que ellos puedan fluir y que Uruguay pueda estar en el Mundial".
El 21 de diciembre, cuando estaba por viajar para Uruguay para su presentación oficial, contrajo covid-19 y su llegada debió retrasarse hasta el 3 de enero.
Alonso estaba en Madrid porque el 2021 lo aprovechó para seguir capacitándose en España tomando cursos en la Real Federación Española.
A partir de su designación, habló con todos los jugadores con los que pensaba contar y una de las primeras decisiones que tomó fue decirle a Diego Godín que iba a seguir siendo el capitán de Uruguay.
El lunes 3 de enero comenzó una rutina diaria de más de 12 horas de trabajo en el Complejo Celeste. Es el primero en llegar y el último en irse.
"Son tantas horas de trabajo por el trabajo de scouting, estamos viendo partidos, jugadores, haciendo un análisis de datos, no solo de los juegos sino también de las estadísticas de los jugadores, tenemos datos de GPS, el historial de los jugadores, y además hacemos todo el análisis táctico de los rivales, es un trabajo grande que lleva mucho tiempo", explicó Alonso a Referí.
Diego Godín, Giorgian De Arrascaeta, Martín Cáceres, Guillermo Varela y Sebastián Sosa fueron los primeros jugadores en entrevistarse personalmente con Alonso en el Complejo. Salvo Varela, que no entró en la primera convocatoria por no tener el esquema de vacunación contra el covid-19, los demás fueron convocados.
Su primera decisión fue modificar la estructura de entrenadores juveniles y en tal sentido fueron cesados en sus cargos Gustavo Ferreyra como entrenador de la sub 20 y Alejandro Garay, como DT de la sub 15. Solo quedó Diego Demarco que dirigía a la sub 17 y que el miércoles pasado estuvo provisoriamente al frente de la sub 20 en un amistoso ante México.
El 4 de enero, Alonso fue presentado oficialmente en el Estadio Centenario. Cuando le consultaron qué rol iban a tener jugadores históricos como Godín, Cáceres, Luis Suárez y Edinson Cavani, el flamante DT dio un mensaje contundente que luego sostuvo en los hechos: “Hay una base grande de futbolistas que son de selección y creemos mucho en ellos. Creo en los jugadores actuales que están ahora jugando las Eliminatorias, por eso estoy acá, creo que Uruguay haciendo las cosas que hay que hacer vamos a estar en el Mundial”.
El 7 de enero, el Tornado dio un mensaje claro al emitir una lista de reservas de 50 jugadores, mucho más amplia de las que venía realizando Tabárez.
Con ello le abrió la puerta a varios jugadores que no habían tenido participación durante el proceso del Maestro: los goleros Seba Sosa, Guillermo De Amores, Nicolás Vikonis y Santiago Mele (este último junto a De Amores integró el proceso de selecciones en juveniles), los defensores Mathías Olivera, Leandro Cabrera, Emanuel Gularte, Alfonso Espino y Agustín Oliveros, los volantes César Araújo, Facundo Pellistri y Agustín Canobbio y los delanteros Santiago Rodríguez, Martín Satriani y Nicolás "Diente" López.
Para jugar contra Paraguay, el 27 de enero en Asunción, y Venezuela, el 31 del mismo mes en el Centenario, Alonso recurrió entre esas caras nuevas a Sosa, De Amores, Olivera, Cabrera, Pellistri, Canobbio y López.
Contra Paraguay mostró su impronta y le dio cabida en el equipo titular a Olivera y Pellistri.
Además, utilizó a Ronald Araujo como lateral derecho y le cambió el perfil a ambos zagueros: Godín por derecha y José María Giménez por izquierda.
En el arco se la jugó por Sergio Rochet, habida cuenta que Fernando Muslera se había lesionado en diciembre jugando en Galatasaray.
La seguridad defensiva se vio tonificada con Araujo, Godín se sintió más cómodo con el cambio de perfil, sobre todo a la hora de conducir la pelota, y Olivera le dio solvencia en los duelos defensivos, algo que Matías Viña venía realizando en forma inconstante.
La presencia de Pellistri fue una grata revelación en el equipo. El extremo de Alavés rompió líneas con manejo de pelota a alta velocidad, uno de los déficits históricos que tuvieron los equipos de Tabárez que en sus últimas convocatorias había apostado en ese rol por Brian Rodríguez, jugador que para Alonso no entró ni siquiera en sus dos amplias listas de reservas.
Los triunfos ante Paraguay por 1-0 en Asunción (asistencia de Godín, gol de Suárez) y la goleada en el Centenario ante Venezuela tras arrollador primer tiempo (goles de Rodrigo Bentancur, Giorgian De Arrascaeta, Cavani y Suárez, de penal) devolvieron a Uruguay a la zona de clasificación.
El 4 de marzo, en una nueva reserva, se sumó un nombre nuevo, el de Juan Manuel Sanabria, además de los retornos de Muslera y Nicolás De La Cruz.
En la lista definitiva Sanabria no quedó pero sí Muslera y De La Cruz. Por positivo de covid-19 se integró al juvenil de Liverpool Fabricio Díaz.
Además de prescindir de Brian Rodríguez, Alonso tampoco citó a jugadores que venían jugando con Tabárez: Nahitan Nández, acusado de violencia de género por su expareja en diciembre del año pasado aunque el DT nunca explicitó las razones de su no convocatoria, Joaquín Piquerez, David Terans y Agustín Álvarez Martínez. De una convocatoria a la otra bajó a Martín Campaña, Mauro Arambarri y el Diente López por Muslera, De La Cruz y Maximiliano Gómez.
El 24 de febrero, Jorge Giordano fue designado como director deportivo de las selecciones. "Es un cargo de confianza del Ejecutivo, de carácter técnico, con el cual hacemos nexos con las selecciones nacionales, seguimos de cerca el proceso de selecciones, pero también para poder diseñar el proyecto y tener responsabilidad sobre todo esto que implica el crecimiento del fútbol uruguayo desde abajo, desde las formativas y la enseñanza de los fundamentos", explicó Ignacio Alonso a Referí.
Esta serie de cambios han ido modificando el panorama interno de la AUF en torno a la selección.
En la cancha, Alonso hizo mucho hincapié en los trabajos de campo, algo que no era el fuerte de Tabárez, y así el equipo logró hacer varios ajustes de tuercas que terminaron llevando a la celeste al Mundial.
La toma de decisiones seguirá ahora su curso rumbo a Catar 2022.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá