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Así se vivió en la intimidad la histórica renovación del Canario Álvarez con Peñarol y la cláusula de los US$ 20.000.000
El Estadio Campeón del Siglo había tenido su fiesta la noche anterior, cuando, en el partido oficial número 100, Peñarol goleó 5-1 a Sport Huancayo por el debut en la Copa Sudamericana.
Hacía 21 años que no se ganaba un partido internacional anotando cinco goles. La última vez había sido con Julio Ribas como técnico y en abril de 2000 y en ese equipo jugó el actual ayudante técnico de Mauricio Larriera, Darío Rodríguez como lateral izquierdo, y el gerente deportivo de la institución, Gabriel Cedrés, en la mitad de la cancha.
Pero este viernes, el Estadio Campeón del Siglo se volvió a vestir de fiesta. La ocasión era otra, muy distinta.
Se trataba de una jornada histórica para el club y para el botija llegado de San Bautista, el Canario Agustín Álvarez Martínez, justamente autor de dos de los goles de la noche del jueves con lo que llegó a ocho anotaciones en sus últimos ocho encuentros con la casaca amarilla y negra.
Es, además, el primer futbolista de Peñarol menor de 20 años en anotar cuatro goles en la Copa Sudamericana, según la página especializada en estadísticas Opta.
Una firma histórica
La jornada del viernes fue muy especial para Peñarol en el Estadio Campeón del Siglo. Como informó Referí el pasado 19 de abril, una de las grandes promesas a futuro del club, Agustín Álvarez Martínez, renovó su vínculo con la institución carbonera por tres años más. Pero eso no fue todo. En dicho contrato, se estipuló una cláusula de rescisión récord para el fútbol uruguayo que es de US$ 20 millones.
Nunca en la historia del fútbol uruguayo se había firmado una cláusula de rescisión por ese monto. Solo basta comparar con la de Facundo Pellistri –transferido porque Manchester United hizo uso de la misma– que era de US$ 10 millones y se había firmado hace solo 14 meses atrás.
Asimismo, en enero, otro de los grandes presentes que tiene el club gracias a las divisiones formativas, Facundo Torres, firmó por una cláusula de rescisión de US$ 14.500.000.
Lo de la cláusula no implica que Peñarol lo vaya a vender por ese monto, pero si alguien pretende llevárselo en la actualidad, sí deberá abonar ese monto.
El último gran goleador con las que contaron las juveniles del club, con 113 goles en 170 partidos en las distintas divisionales de las que formó parte, lleva en siete meses en Primera división –desde que debutó contra Montevideo Torque City de la mano de Mario Saralegui– 14 tantos y cinco asistencias.
Nadie de su círculo más cercano se quiso perder este viernes esa jornada para la historia.
“Yo elegí quedarme en Peñarol”, dijo el chiquilín de 19 años, quien en un mes cumplirá los 20, a la vez que agradeció todo lo que le dio Peñarol desde su llegada hace casi 10 años, la mitad de su vida.
Allí estuvo su pareja Thalía y su hija Julia de tres años. También estuvieron su mamá Andrea y su papá Juan Carlos.
Tanta atención sobre sí mismo lo puso nervioso, muy distinto a lo que ocurre dentro de la cancha.
Pero ese nerviosismo no fue un obstáculo para que demostrara su felicidad sonriendo en todo momento ante la camiseta número 19 que ya es reconocida por el hincha.
En un acto íntimo y con pocos concurrentes –por más que se llevó a cabo al aire libre– debido a las restricciones que se implantaron por el covid-19, el presidente Ignacio Ruglio le agradeció porque en siete días podía haber quedado libre y eligió el camino de quedarse como sucedió con Pellistri y con Torres, aunque no así con el volante Matías Mir, quien se fue la primera semana de abril a defender a Parma de Italia, sin el consentimiento de Peñarol y luego de cinco años en juveniles y sin dejarle nada al club.
Además del presidente estuvieron presentes el secretario general, Evaristo González, el prosecretario Jorge Nirenberg y el consejero Álvaro Queijo.
El Canario tuvo otro día de felicidad en el Campeón del Siglo. Y esta vez, pudo estar acompañado de sus seres más queridos.
