Atma trabajó en un proyecto colaborativo con Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) para crear un casillero de 24 botellas de 330 ml hecho 100% con materiales reciclados.
Las empresas trabajan juntas hace más de 20 años. Pero en 2020 decidieron innovar y, a diferencia de las otras cajas de cerveza que producía Atma para FNC, esta vez las hicieron pensando en el ambiente.
Según explicó a El Observador el gerente de Operaciones de Atma, Agustín Tassani “FNC fue un socio estratégico para este emprendimiento” porque “si no hay clientes que estén dispuestos a apostar por productos hechos con materiales reciclados no es posible que la industria del plástico los desarrolle”.
Entonces, ambas empresas trabajando en conjunto lograron un proceso de producción apto para trabajar con este tipo de material y crearon una “buena pieza”.
"Desde nuestro equipo técnico trabajamos en el desarrollo del molde y el diseño de las piezas, que si bien tenían que mantener ciertas estructuras para ser compatibles con las que ellos ya tienen en el mercado, también tenían que ser sustentables. Para adaptarnos a fabricar con material 100% reciclado hubo que rever tanto el molde como la máquina que procesa el material; que cumplieran con determinadas características", contó Tassani.
El proceso de diseño llevó un año de trabajo; seis meses en el desarrollo de la matriz y otros seis en la prueba de funcionamiento (la parte "más difícil", según el gerente de operaciones de Atma). Durante medio año se hicieron pruebas con distintas mezclas de materiales para ver a qué porcentaje de reciclado se podía llegar. Finalmente se logró validar un producto hecho 100% con materiales reciclados: cajas de cerveza rotas que FNC iba a destruir, y que cumple con todas las exigencias de impacto y resistencia.
"Es un proceso infinito. Cuando estas cajas se rompan las podemos transformar en cajas nuevas", subrayó Tassani.
Desde que los casilleros de cerveza están en el mercado son muy solicitados por los clientes de Atma y, a su vez, muy valorados por los consumidores de FNC.
"Por suerte no hemos tenido ningún inconveniente, lo que nos habilita a seguir trabajando en esta misma línea", dijo Tassani. Además, agregó que la idea es seguir expandiendo este tipo de trabajo hacia otros productos para lograr que más clientes se alineen con esta estrategia.
Atma y FNC obtuvieron una mención en los premios de Uruguay Circular. Destacaron la cantidad de materia prima virgen que se evita usar con este casillero, sustituyéndolo por material reciclado. También, que la producción activó la industria nacional porque ocuparon un espacio que antes se cubría con artículos importados.
Hicieron cerca de 50 mil casilleros reciclados. Evitaron utilizar 90 toneladas de materia prima y 25 fletes internacionales de unos 100 metros cúbicos cada uno, ahorrando así seis mil kilos de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Consultado sobre el motivo por el que Atma debería ganar la edición EmprendO Sustentable, Tassani afirmó: "Somos una de las tantas empresas del sector plástico que estamos trabajando para hacer sostenible la producción de plástico en Uruguay y este tipo de acciones son las que nos dan fuerza y nos incentivan a seguir trabajando en la misma dirección".
Además, remarcó que es importante concientizar que "el problema no es el plástico, sino como lo disponemos y donde lo tiramos", y que en Uruguay hay formas de recuperarlo y reciclarlo. Si se logra este cometido, la industria en Uruguay pasaría a ser más sustentable, evitando que el plástico termine en el ambiente.
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