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Aumenta la preocupación por Beta, la variante sudafricana de coronavirus
A finales de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de la aparición de Beta, la variante sudafricana de covid-19. Esta cepa hizo saltar todas alarmas al tratarse de una mutación resistente a los inmunizantes de Pfizer y AstraZeneca, según los estudios preliminares.
Seis meses después, esta nueva cepa ya causa la tercera ola en el Reino Unido y se teme que genere un caos epidemiológico similar al que sufrió India, con su rebrote internacional todavía en ciernes.
Es tal su virulencia, que ayer Sudáfrica, donde fue detectada por primera vez, técnicamente entró en la tercera ola del coronavirus al reportar más de 9.000 nuevas infecciones en las últimas 24 horas.
Sudáfrica es el país más afectado del continente. A fines del año pasado sufrió una segunda ola, con más de 10.000 nuevos contagios por día. A fecha de hoy, ya se reportaron más de 1,7 millones de casos y 57.410 muertes.
Por su parte, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, decretó a fines de mayo un confinamiento estricto, que amplió el horario del toque de queda y del cierre de comercios no esenciales.
Qué se sabe de la nueva cepa Beta
La preocupación principal es que Beta se contagia de forma mucho más rápida entre las personas, incluso en comparación con Delta y otras variantes del covid-19. ¿Por qué? Tiene cambios en la estratégica proteína espiga, lo que facilita la infección y acelera su expansión en el cuerpo.
Esto produce una carga viral mayor en una persona infectada, que a su vez puede contagiar a otras personas con mayor facilidad, dando como posible resultado final una propagación más rápida.
Esta variante, tiene un agravante: es capaz de evadir los anticuerpos de las variantes anteriores del coronavirus, incluso en quienes ya recibieron las dos dosis de alguna de las vacunas disponibles. Sin embargo, según los estudios preliminares, "no parece que el virus vaya a enfermar más a las personas o a causar más muertes", ni a requerir tratamientos diferentes a los vigentes hasta el momento.
Qué vacunas no funcionan contra la variante Beta
Una investigación realizada en la Universidad de Tel Aviv, reveló que la variante Beta es resistente a la vacuna de Pfizer y Biontech.
En Israel, el 1% de los casos ya presentan esa mutación del Covid-19. "Se detectó que los pacientes infectados tras los 14 días de haberles administrado la primera dosis de la vacuna Pfizer y Biontech, menos del 0,5% contrajo la cepa Beta. Pero entre las personas que se contagiaron pasados los 14 días de haber recibido la segunda dosis, el 5,4% resultaron portadores de la variante de origen sudafricano", da cuenta el reporte.
Tampoco la vacuna de AstraZeneca es eficaz contra la variante Beta. Así lo demostró un ensayo multicéntrico, doble ciego, aleatorio y controlado en Sudáfrica, realizado en personas luego de 14 días de aplicada la segunda dosis.
Las conclusiones demostraron mayor resistencia a la variante Beta: "Entre los participantes contagiados con covid-19, el 92,9% fueron causados por la variante Beta", se reportó. Otra conclusión: "El régimen de dos dosis de AstraZeneca no mostró protección contra el covid-19 leve a moderado debido a la variante sudafricana".
Qué dato preocupa al mundo
El 90% de los países africanos quedarán lejos de objetivos mundiales de vacunación si no reciben "urgentemente", de acá a setiembre, al menos 225 millones de vacunas, advirtió la OMS.
"Solo siete países africanos de 54 tienen la posibilitad de conseguir el objetivo", declaró Matshidiso Moeti, directora de la OMS para África. Apenas 2% de los 1.300 millones de africanos recibieron una inyección y únicamente 9,4 millones de africanos están totalmente vacunados.
Ante esta situación, la OMS pidió una vez más a los países ricos repartir sus inmunizantes. Es una cuestión "de vida o muerte", enfatizó Moeti.
El Cronista - RIPE
