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Banquero uruguayo negó vínculo con Lázaro Báez pero reconoció mantener contacto con su contador
El uruguayo Carlos Adrián Calvo, un exrepresentante del Banco Macro en Uruguay y en Bahamas, declaró este viernes en el juzgado de Crimen Organizado en el marco de la investigación por la pata uruguaya de la Ruta del dinero "K". El hombre aparece en la causa como vinculado al empresario kirchnerista Lázaro Báez, quien está preso en Argentina por su rol en la trama de corrupción, y al financista Ernesto Clarens.
Durante la audiencia, la jueza Dólores Sánchez y el fiscal Luis Pacheco indagaron en la relación del uruguayo con Báez, a quien el banquero negó conocer en reiteradas oportunidades. Sin embargo, según había declarado el empresario argentino ante la Justicia de su país, Calvo viajó varias veces rumbo a Argentina con valijas llenas de dinero para capitalizar Badial, la empresa constructora de la que Báez era propietario.
“Por qué cree que el señor Báez declaró ante la Justicia argentina que usted transportó un promedio de US$ 1,5 millones por año desde Uruguay hasta Río Gallegos, en Buquebus y vía terrestre en el marco de esa capitalización de Badial”, preguntaron desde Crimen Organizado. El empresario negó las acusaciones. "Supongo que será para justificar un problema fiscal que tenía él (Báez), pero quiero dejar claro que no conozco al señor Báez, nunca transporté dinero, no conozco Río Gallegos, y es una absoluta mentira. Conozco además pocos casos de argentinos que quieran ingresar dinero a Argentina y no al revés”, declaró.
El exrepresentante del Banco Macro en Uruguay y Bahamas también respondió acerca de Reloway Company, una sociedad con acciones al portador que estaba bajo el poder de Báez y en la que Calvo figuró durante años como presidente. A raíz de esta sociedad es que Calvo reconoció ante la Justicia del Crimen Organizado haber intercambiado correos electrónicos con Cesar Andrés, un contador del empresario "K".
La relación con el financista de los K
En la audiencia de este viernes Calvo admitió conocer a Clarens, el financista de los Kirchner acusado de sacar de Argentina US$ 200 millones en coimas pagadas por empresas constructoras para ganar licitaciones. El banquero dijo haberlo conocido a finales de la década de 1980 cuando el uruguayo trabajaba en la Bolsa de Valores de Montevideo y realizaba operaciones con él como agente de bolsa en Argentina.
De Clarens también se investigan una serie de viajes a Uruguay a través de embarcaciones particulares. Según los registros de Aduana, Clarens tuvo 57 movimientos migratorios entre enero de 2008 y agosto de 2016. La mayoría de esos movimientos se realizaron a través de Puerto Camacho y del Aeropuerto de Zagarzazú en Carmelo.
Por esa razón se le preguntó si había hecho algún viaje junto a Clarens rumbo a Carmelo, lo que Calvo negó.
El vínculo indagado entre Clarens y Calvo se da por la participación del banquero uruguayo como directivo en Invernes, una de las sociedades con las que el financista argentino hacía inversiones en Estados Unidos, presuntamente con dinero de la corrupción "K".
Calvo admitió haber integrado el directorio de la sociedad como subdirector suplente durante 12 años a pedido de Clarens. Dejó de participar en esa sociedad en 2006.
Sin embargo, después de 2011 asumió como presidente de la sociedad panameña Litren Company. El “beneficiario final” de esta sociedad es Carlos Di Gianni, quien también es el fundador de Invernes.
Calvo reconoció que Clarens y Di Gianni trabajaban juntos y dijo mantener una relación de amistad con el segundo. Sobre Litren Calvo declaró: “yo fui el presidente, tengo entendido que está declarada en Argentina, iba a comprar una propiedad en Miami”.
También fue consultado por su relación con el dueño del banco argentino Macro, Jorge Brito, a quien dijo conocer solo como empleador. Brito, que también es investigado por su rol en la causa Ciccone por la que fue puesto en prisión el exvicepresidente argentino Amado Budou, era amigo de Clarens y vecino en el barrio privado de Carmelo.
El exsecretario de Néstor Kirchner, Daniel Múñoz, señalado como quien se ocupaba de trasladar grandes sumas de dinero en vuelos privados hacia Uruguay, viajó en reiteradas oportunidades en aviones del banco Macro del que Brito es el principal accionista.
El predio en Punta del Este
También declaró este viernes en el juzgado de Crimen Organizado un escribano del estudio Juan Pedro Damiani para presentar documentación acerca de una compra venta de dos predios de 7.000 metros cuadrados ubicados en la parada ocho de la playa Brava de Punta del Este, presuntamente vinculados a la Ruta del dinero "K". Los padrones fueron adquiridos por US$ 16,5 millones por una sociedad anónima llamada Dacavial, que transfirió el dinero a una cuenta de Helvetic Services Group en el Principado de Liechtenstein, un paraíso fiscal.
Helvetic es otra sociedad vinculada al empresario kirchnerista Baez. Por su parte, uno de los directivos de Dacavial es Carlos Wagner, el expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, quien declaró como imputado arrepentido en la llamada causa de los cuadernos de las coimas, que investiga el pago de sobornos por parte de empresarios argentinos a cambio de ganar millonarias licitaciones.
