El gobierno está terminando de redactar un proyecto de ley que tendrá como objetivo lograr que personas altamente calificadas migren a Uruguay para trabajar en algunos sectores de tecnología e innovación donde actualmente hay un “déficit”.
El anuncio fue realizado por Luis Lacalle Pou durante la apertura de un foro en Punta del Este en el que dijo que Presidencia estaba elaborando junto al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) un “texto legal” para afrontar la faltante de mano de obra en algunas ramas de estos sectores.
La propuesta fue presentada por la CUTI el año pasado pero cobró fuerza en el mes agosto cuando representantes de la organización se reunieron con Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva, según contó a El Observador su presidente, Carlos Acle.
La idea es establecer una serie de beneficios económicos a los trabajadores para incentivarlos a que vengan a vivir a Uruguay. Una de las opciones que está sobre la mesa es implementar –por un período de tiempo establecido– algún tipo de descuento impositivo en la facturación para que el país se “vuelva atractivo” para estas personas.
Acle dijo que el sector está teniendo un problema debido a la falta de personal calificado, lo que está provocando que algunas empresas tengan que abrir oficinas en otros países para lograr incorporar a estos trabajadores.
La intención es reencauzar esta situación con el proyecto de ley, mientras también se avanzan en planes de capacitación a personal uruguayo, algo para el mediano y largo plazo.
El presidente de la CUTI enfatizó que a diferencia de otros proyectos que maneja el gobierno este está enfocado en beneficios a los trabajadores y no a las empresas, porque la dificultad está en que ellos acepten instalarse en Uruguay.
En la presentación del evento, Lacalle Pou señaló que desde la década del ‘90, Uruguay exporta tecnología y dijo que actualmente entre software y servicios se venden unos US$ 1.000 millones anuales.
“El mundo se achicó con la globalización. Ya no importa donde se vive y trabaja porque puede ser de un lado y del otro del mundo”, explicó el mandatario y consideró que la pandemia había “acelerado” esta situación y que las tecnologías pasaron “al frente de todas las actividades”.
Durante el encuentro, el ministro de Industria, Omar Paganini, anunció la creación de Uruguay Innovation Hub, un programa que procura que el país dé un salto como polo de innovación regional y mundial.
El programa tiene tres componentes: atracción y aceleración de startups nacionales e internacionales; la atracción de fondos de inversión posteriores al capital semilla, apalancados con fondos públicos y mediante llamados competitivos; y la instalación de laboratorios abiertos.
Esta idea de traer migrantes calificados se suma a otro plan de Lacalle Pou para lograr que extranjeros de alto poder adquisitivo se instalen en Uruguay.
A través de un decreto y una ley, el gobierno bajó las necesidades para que extranjeros tramiten la residencia fiscal con un patrimonio de US$ 377.000 siempre y cuando permanezcan en el país al menos 60 días en el año.
La residencia fiscal también se puede obtener con una inversión, directa o indirecta, en una empresa por valor superior a US$ 1,6 millones. Antes, el monto necesario era de US$ 4,8 millones o proyectos declarados de interés nacional en virtud de la Ley 16.906.
"Uruguay es un país de puertas abiertas con política migratoria que otorga un marco de seguridad pública, jurídica y económica para todas las personas extranjeras que deseen radicarse", dice el decreto oficial. En otro pasaje añade que se "impulsa una política de estímulo a la inversión como instrumento idóneo para la generación de empleo y mejora del bienestar general, que puedan instalarse en Uruguay todos los extranjeros que deseen elegir el país como destino de proyectos personales y económicos".
Las modificaciones impulsadas por el gobierno registraron un incremento en la cantidad de residencias solicitadas, aunque el país todavía no llegó a las 20.000 anuales a las que aspira Lacalle Pou.
De acuerdo con datos del Ministerio de Relaciones Exteriores procesados por El Observador, 14.926 personas obtuvieron la residencia en 2021. En 2020 habían sido 10.376 y en 2019 fueron 11.082. La mayoría de los que vienen a vivir son argentinos y la previsión para este año es que se entreguen 8.387 residencias para ellos.
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