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Bimbo + Custodio: la voz de una generación de mujeres hartas

Las comediantes argentinas le ponen humor a la furia feminista este viernes en La Trastienda
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22 de mayo de 2018 a las 05:00

Virginia "Srta. Bimbo" Godoy y Noelia Custodio son una dupla de comediantes argentinas y feministas que utilizan la indignación como motor para hacer chistes; están unidas por lo que les duele y no están solas, cada vez hay más espectadores identificados con la fuerza de su discurso. ¿La demostración? Este viernes 25 de mayo se presentan en doble función (las entradas para la primera ya están agotadas) en La Trastienda.

Su prédica la dan a conocer sobre los escenarios y, también, a diario por la radio Futurock. Godoy y Custodio son la voz cantante de los reclamos e inquietudes de una generación de mujeres que no están dispuestas a callarse nada.

Futurock es una iniciativa de quienes quedaron afuera de Nacional Rock, la radio del estado argentino, cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri. La abogada y periodista Julia Mengolini encabezó al grupo que abrió otra emisora alternativa, para mantener la voz de ese grupo y esta se solventa con el aporte de los oyentes.

Bimbo comenzó en los medios como panelista del programa de Roberto Pettinato Un mundo perfecto y hace unos meses denunció los maltratos del conductor; no fue la única. Las palabras y la imagen de Bimbo rompen con los estereotipos y lo hace con tanta solidez y convicción que en diciembre de 2016 fue la portada de la versión argentina de revista Harper´s Bazaar (fuera de circulación desde el año pasado).

Las voces de Bimbo y Custodio generaron un diálogo con un público cautivo que las elige y eso les abre el camino a ellas para ser honestas e ir al hueso.

En un alto en plena campaña social por la despenalización del aborto en Argentina las comediantes viajaron a Montevideo para presentar su espectáculo homónimo y dialogaron con El Observador mientras se fumaban un suculento cigarrillo de marihuana de flores uruguayas.

¿Cómo se llevan con la cultura cannábica?

Noelia Custodio: Divina, somos muy felices acá.

Virginia Godoy: La cultura cannábica no es solo nuestro porrito, implica también una medicina para que niños y niñas tengan una vida digna. Pasar enfermedades de otra manera. Eso y nuestro porro recreacional que nos acomoda el alma y nos calma todo. Hago muchos chistes de eso. En una familia normal tipo el padre llega y se toma una cervecita y después se toma un vino cuando cenan, la madre se toma un Rivotril porque se puso nerviosa con el tráfico y la abuela toma otra cosa para irse a dormir. Pero al único que se llevan preso es al chico que tiene flores y se da una seca para bajar. Entonces lo que veo es que acá en Uruguay no hay hipocresía; lo veo con varios temas: desde el aborto hasta poder fumar porro. Así que nos encanta.

¿Recuerdan ustedes cuándo pudieron llamarle "feminismo" a lo que pensaban?

NC: Yo hace re poco, hace tres años.

VG: Tengo una nota que me hicieron hace unos años en un diario donde decía que no era ni feminista ni machista. Imaginate. No hace tanto, como ocho años. Se aprende todo el tiempo. La solución que encontré como inevitable ante la encrucijada es el feminismo.

Lo que veo es que acá en Uruguay no hay hipocresía; lo veo con varios temas: desde el aborto hasta poder fumar porro. Así que nos encanta.

NC: Aparte, si venís viendo que había diferencia de clases y registraste que hay discriminación hacia sectores, después tenés que darte cuenta de que ser mujer no es lo mismo que ser varón en la sociedad. Y además la violencia hacia las personas trans.Hacer chistes es, evidenciar ciertas situaciones y capaz que uno riéndose de un chiste se da cuenta de algo que no se había dado cuenta antes porque la risa es aceptación. Bueno, te hice reír entonces sabés que tengo razón. Y la no risa también es una respuesta que también hay que saber registrar. Le hemos puesto nombre al enojo nada más, pero estábamos enojadas desde antes. Es un camino de aprendizaje. Es aceptar que hay diferencias y desigualdades y a partir de acá empezar a aprender y a reprogramarse diferente. Porque lo que nos enseñaron está mal.

¿Por qué el movimiento feminista explota ahora en Argentina y la región?

NC: Medio que ya no da más. También hay mucha información. Antes no había. Y además hay muchos adolescentes militando y visibilizando. Que la gente joven se sume, visibiliza un montón. Las marchas son inevitables.

La solución que encontré como inevitable ante la encrucijada es el feminismo.

VG: Es mundial.

NC: Lo de Hollywood influyó un montón pero en la tele. Pero se venía gestando hace un montón. Hay un mucha gente gritando esto sola hace años y ahora de repente hay más gente gritando al lado y es re reconfortante. Que haya gente que se preocupe de bardear a uno cuando hay un chiste transfóbico, es re lindo. "¿Ay ahora no se puede hacer chistes?" van a decir. Sí, se puede, pero te van a bardear. Bancate el feedback. Bancate ser una figura medio pública y que la gente se enoje de algo que dijiste.

Ustedes militan a favor del aborto legal en Argentina. Como partidarias de Cristina Kirchner, ¿le perdonan que no haya promovido la legalización mientras fue presidenta?

VG: Yo no le perdono nada. Hay una nota de Juliana Di Tullio que explica muy bien las causas políticas, que tienen más que ver con cuestiones de partido y de votos.

NC: Es reducirlo mucho pensar si la perdono o no la perdono. Ella ya tiene postura pero por un tema generacional.

Te hice reír entonces sabés que tengo razón.

VG: El bloque está a favor, Unidad Ciudadana va a votar a favor. Hay momentos para cada cosa, contextos para cada cosa. Hay leyes ejemplares que se dieron en esa gestión, que benefician directamente a las mujeres. Pero para mí las cosas siempre las consigue el pueblo. Entonces hay momentos en los que pudimos conseguir ciertas cosas. Ahora hubo una presión tan fuerte que se llegó a esto.

¿Qué opinan sobre las feministas que toman acciones radicales como atacar iglesias o pintar edificios públicos?

VG: El feminismo no mancha edificios públicos. Los hinchas de Peñarol manchan, los partidos políticos lo hacen. Es vergonzoso la indignación que producen las paredes pintadas y la poca indignación que producen las situaciones de mujeres trans que aparecen violadas o asesinadas. No veo la indignación.

Bimbo, ¿qué camino recorrió para darse cuenta de que lo que hacía Pettinato estaba mal?

VG: Ningún camino, lo sentí ahí todo el tiempo. Estaba mal, pero como tantas personas en su trabajo pensaba: "Es un imbécil, un maltratador". Siempre lo conté. Estuve tres meses ahí. Apenas me fui, en la radio, conté todo. Es un misógino. La gente lo sabe. En el medio se sabe todo. No es ninguna novedad. Algunos lo toleran, otros necesitan que haya un capo y macho alfa. Además son empleados. Alguna gente lo tolera.

Ahora que Pettinato se fue a Paraguay y Juan Darthés perdió protagonismo en la telenovela Simona después de las acusaciones de Calu Rivero, ¿qué tiene que pasar con el resto de los victimarios?

NC: Él no puede estar en una serie donde hace de papá bueno, cuando estás acusado de abuso por tres mujeres.

Es vergonzoso la indignación que producen las paredes pintadas y la poca indignación que producen las situaciones de mujeres trans que aparecen violadas o asesinadas.

VG: La justicia me parece que no existe así que lo único que tenemos en estos momentos ante tantos siglos de que no significara nada lo que nos hicieron o nos pasaba, es la justicia social. A veces será desmedida, a veces será poca, a veces será mucha. Es lo que tenemos. La justicia quiso meter preso a un varón trans que se defendió cuando lo quisieran matar. ¿Esa justicia qué puede hacer? Ante ese tipo de situaciones pasa que desde un blog se denuncia algo o las mujeres salen a denunciar a un compañero. Es lo que tenemos ahora. Es tanto lo que está pasando, con tantas mujeres hablando a la vez, que va a ser caótica esta búsqueda de justicia. Pero es la consecuencia del absoluto silencio forzado, de tapar durante años lo que te pasa, de la idea "sos una cosa con la que vamos a hacer lo que querramos". Después de siglos de eso, es como un volcán que va a explotar como sea y así está siendo. Entonces no sé qué habría que hacer. La construcción del feminismo que a mí me gustaría, no es el machismo al revés. No tengo la respuesta de qué habría que hacer. El feminismo es justicia social.

Bimbo, ¿cómo le jugó tu imagen personal a la hora de hacer una carrera en los medios?

VG: Tengo un camino personal que voy haciendo en lugares donde no importa eso, sino lo que tengo para decir. No hay lugar para cuerpos que sean así en la televisión. No hay ninguna gorda, ahora como hay una parece que es un ejemplo de aceptación porque existe y trabaja. Solo soy una persona que trabaja. Acá son más respetuosos, lo viví en la calle, en la mirada. Allá le gritan cosas a todo el mundo.

Es tanto lo que está pasando, con tantas mujeres hablando a la vez, que va a ser caótica esta búsqueda de justicia.

NC: No hay mucho que aceptar tampoco. Está mal. El feminismo le salvaría la vida a muchas niñas y a muchos niños también. Hay muchos adolescentes que no se la bancan. No pasó una vez que un chabón nos dijo en la calle: "Uy, cómo me cogería una gorda". Y le hicimos un quilombo. ¡Gigantesco!

B: Hoy tengo 37, a los 17 me volvía a mi casa llorando.

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