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Bogotá y Medellín vuelven a la cuarentena estricta y activan fuerzas para su control
Con un tercio de los 150.000 contagios confirmados en Colombia, Bogotá regresó este lunes al confinamiento estricto, que llegará a afectar en total a cerca de ocho millones de personas en tres tandas de cuarentenas de 14 días por localidades (conjuntos de barrios), cuyo ciclo deberá finalizar el 23 de agosto.
La alcaldesa de la ciudad, Claudia López, señaló que "llevamos tres días reportando más de 2.000 casos positivos"."La velocidad a la que está creciendo la pandemia en Bogotá es alarmante", añadió.
Junto con Bogotá, también volvió al confinamiento casi la mitad de los 2,4 millones de habitantes de Medellín, la segunda ciudad del país. En este caso hasta el 28 de julio.
La velocidad con la que ha repuntado el contagio presiona el sistema hospitalario en el que se registra una ocupación de 85% en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la capital colombiana y tanto autoridades como especialistas estiman que la situación está al borde del colapso si no se logra cortar la transmisión del virus.
Pero, a la vez, la vuelta al confinamiento estricto supone un golpe económico para una economía en la que se prevé una caída de 5,5%, de acuerdo a cálculos del Ministerio de Hacienda.
La capital colombiana vivió un primer encierro general entre el 20 de marzo y el 27 de abril cuando se declaró la emergencia.
La primera tanda de cuarentenas abarca ocho localidades del sureste, centro y algo del noreste de Bogotá donde habitan 2,3 millones de habitantes. El secretario de gobierno de la alcaldía capitalina, Luis Ernesto Gómez, dijo al diario El Tiempo que se establecieron 28 puestos de control donde personal de la policía, el ejército y de entidades distritales regulan el ingreso y salida de las personas de los barrios en cuarentena.
Más de 2.000 funcionarios están encargados de recorrer los sectores para el control epidemiológico, realizar pedagogía sobre las medidas con los ciudadanos y cerrar los establecimientos comerciales que incumpla las disposiciones implementadas.
El confinamiento estricto afecta la actividad comercial que, precisamente, comenzaba a reactivarse en las zonas que entraron en cuarentena. El director de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Juan Esteban Orrego, señaló que las medidas tienen una repercusión "honda".
"Estamos convencidos de que ahogan el aparato productivo y llevan al cierre definitivo. Muchos han dicho que con esto no hay forma de mantenerse", apuntó Orrego a El Tiempo.
El presidente Iván Duque, según indica un reporte de AFP, presionado por el desplome económico había liberado actividades y prorrogado las medidas de aislamiento, aunque cada vez con más excepciones.
El mandatario dio luz verde a una jornada sin impuesto sobre las ventas (IVA) —definida antes de la llegada del coronavirus— , lo que desató aglomeraciones en comercios.
La alcaldesa López achacó el actual "costo epidemiológico" a esa iniciativa, así como a las esporádicas protestas organizadas en Bogotá. "Las cifras demuestran que ambas son aglomeraciones de contagio masivo donde cientos disparan el contagio en miles", volvió a criticar López en Twitter
El 26 de julio terminará la cuarentena de las ocho localidades que la iniciaron el lunes y seguirá otro grupo de barrios, aún más poblados, con cerca de 2.7 millones de habitantes, que estará bajo confinamiento estricto hasta el 9 de agosto. El tercer grupo y último de barrios, que concentra 2.5 millones de personas, aplicará la cuarentena entre el 10 y el 23 de agosto.
¿Será suficiente?
La epidemióloga colombiana Zulma Cucunubá, que trabaja para el Imperal College, en Londres, citada por El Espectador de Bogotá, señaló que la capacidad instalada de UCIs en la capital colombiana pasó de 450 en abril a 1.100 en julio y proyecta llegar a 2.000 en agosto, lo que hasta el momento ha resultado suficiente.
Sin embargo, advirtió que el número reproductivo actual del contagio hará que en unas pocas semanas la demanda pudiera superar la capacidad de atención. Cree la experta que la aplicación del plan de cuarentenas sucesivas por grupo de barrios puede frenar la velocidad del virus y dar un respiro al sistema sanitario.
Y destacó que el plan de confinamiento estricto por sí solo no basta por lo que resulta primordial cumplir con el otro conjunto de medidas que acompaña el cierre. Allí enumeró la entrega de subsidios a más de medio millón de familias pobres y vulnerables, el incremento de la cantidad de testeos masivos, la disposición de lugares especiales de aislamiento para personas que no tienen como hacerlo en sus casas y el énfasis en la cultura ciudadana para cumplir con las normas de protección personal.
La estrategia adoptada en la ciudad de Bogotá también es vista de manera positiva por el profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad del Norte, con sede en Barranquilla, Julián Fernández, que descartó una cuarentena estricta generalizada porque "existe un agotamiento de esas estrategias y hay un malestar por el desempleo y la pérdida de ingresos".
Fernández consideró, sin embargo, que estas cuarentenas se harán fundamentalmente en áreas pobres de la ciudad, que son las más afectadas por el contagio. "De modo que ya no solo los efectos del virus no se distribuirán homogéneamente, sino tampoco los efectos de las medidas, lo cual constituye una desigualdad injusta", dijo a El Espectador..
Con una población de 50 millones de habitantes, en todo el territorio colombiano han fallecido algo más de 5.300 personas por la pandemia, 1.123 de ellas en la capital.
