El ejército ruso aseguró este domingo que los bombardeos del día antes contra varias ciudades ucranianas, entre ellas la capital Kiev, tuvieron como objetivo fábricas de drones en aras de evitar ataques contra territorio ruso.
"El 31 de diciembre de 2022, las fuerzas armadas rusas llevaron a cabo un ataque aéreo de precisión y largo alcance contra instalaciones de la defensa ucraniana implicadas en la fabricación de drones ofensivos utilizados para efectuar ataques terroristas contra Rusia", indicó el ministerio ruso de Defensa en su informe diario, indica un despacho de la AFP del 1° de enero.
"Logramos desmantelar los planes del régimen de Kiev para organizar ataques terroristas contra Rusia en un futuro cercano", dijo. El ejército ruso también afirmó que continúa con su ofensiva en la región de Donetsk, en el este de Ucrania anexionada en setiembre, donde se concentra actualmente la mayor parte de los combates.
Los bombardeos rusos del sábado contra Kiev y otras localidades ucranianas provocaron al menos tres muertos y 50 heridos, según el último balance de las autoridades ucranianas.
Por otra parte, el decreto del presidente Vladímir Putin firmado el 25 de agosto de 2022 sobre el aumento del tamaño de las Fuerzas Armadas rusas entró en vigor este 1° de enero. El documento especifica que las tropas de Rusia alcanzarán a 2.039.758 efectivos, que incluyen a los 1.150.628 militares en actividad, según informa la agencia Sputnik.
Según el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, “para garantizar la seguridad de Rusia es necesario contar con un total de 1.500.000 de militares más 695.000 soldados contratados”. Eso supone un aumento de militares bajo contrato en más de medio millón de personas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que Moscú no entrará en negociaciones con Ucrania para poner fin a la guerra. Lavrov en una entrevista con RIA Novosti, servicio de noticias estatal, sostuvo que Ucrania debería ceder la soberanía sobre los territorios anexados por Rusia, en referencia a las cuatro regiones del este y sur de Ucrania anexadas a Rusia tras los referendos no reconocidos por las Naciones Unidas.
Las fuerzas ucranianas combaten en esas zonas ocupadas por Rusia con el apoyo de miles de millones de dólares en armas de Estados Unidos y Europa. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, dijo el lunes en una entrevista con Associated Press que su país quiere celebrar una cumbre de paz en febrero, pero no prevé que Rusia participe.
Kiev está dispuesta a mantener conversaciones directas con Moscú solo después de que Rusia se enfrente a un tribunal de crímenes de guerra, dijo. Sergei Lavrov, por su parte, indicó que Rusia no se someterá a ningún tribunal.
Cuando la guerra se encuentra en su undécimo mes, Putin dijo que Rusia “no tiene limitaciones” en el presupuesto para sus tropas.
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