Brigada Antidrogas realizó allanamientos en el Cerro en pesquisas contra Los Ricarditos

Esta banda de narcotraficantes, liderada por Ricardo Damián Cáceres Correa –actualmente preso en el Penal de Libertad y hermano del narco Luis Alberto "Betito" Suárez–, está en la mira de varias investigaciones de distintas fiscalías en los últimos meses. 

El grupo es señalado por la Dirección Nacional de Inteligencia como presunto responsable de ordenar el ataque a la sede de la Dirección General De Represión del Tráfico Ilícito De Drogas el 9 de mayo, para el cual se utilizó una granada militar que ocasionó la destrucción de cuatro vehículos oficiales y uno particular, aunque no hubo heridos.

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Un integrante de Los Ricarditos, también en prisión –aunque en la cárcel de Santiago Vázquez– , fue trasladado ante el fiscal Diego Pérez el 29 del mes pasado, e interrogado sobre el atentado. El delincuente había amenazado con ese ataque cuando fue detenido en abril, e imputado el 17 de aquel mes por la Justicia de un delito de tenencia de estupefacientes y enviado a prisión preventiva durante 90 días.

Días antes del ataque al edificio, se habían allanado en Cerro Norte 15 bocas de droga, a solicitud de la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero, por lo que otra las hipótesis de la policía es que el atentado haya obedecido a una represalia por ese procedimiento.

Esta banda también está en el centro de otra investigación del fiscal Pérez, en la que se indaga la participación del grupo en ocupaciones en predios del barrio Santa Catalina. A principios de este año, cientos de familias ocuparon en ese lugar un predio de 70 hectáreas y, de acuerdo al fiscal, estos delincuentes reciben un "asesoramiento importante" y "una forma de distribuir los terrenos ocupados" que dan cuenta de una "organización importante", según declaró a El País. 

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“Se sabe que los delincuentes se valen de personas humildes para obtener sus fines”, afirmó Pérez.

Los Ricarditos fueron uno de los primeros grupos en utilizar a menores como sicarios, y en montar una red de jóvenes que se ocupan de avisar cuando llega la policía a la hora de realizar distintos delitos. La banda ha fortalecido en los últimos años su poder de influencia tanto en Cerro Norte como en Santa Catalina.