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Cientos de migrantes rescatados en el mar aguardan en barcos pero no podrán permanecer en Italia
Cientos de migrantes africanos y asiáticos rescatados en el Mediterráneo por barcos de organizaciones humanitarias esperan su devolución a aguas internacionales en aplicación de las nuevas normas migratorias aplicadas por el gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
El caso piloto es el del Geo Barents, el barco de Médicos sin Fronteras que lleva dos días atracado en el puerto de Catania con 214 inmigrantes a bordo a los que no se les permitió desembarcar.
Son todos hombres, pakistaníes, egipcios, sirios y bengalíes salvados el 27 de octubre en el Mediterráneo central y a los que Italia no permite bajar por no ser "vulnerables".
Anteriormente sí se autorizó el desembarco del resto de rescatados, 357 mujeres, niños y enfermos que fueron trasladados a tierra a un centro deportivo de la ciudad siciliana.
El ministerio de Sanidad en Roma aceptó este martes realizar una nueva supervisión a bordo debido a un brote de sarna entre los inmigrantes y a una serie de problemas psicológicos como los ataques de pánico.
Un decreto del nuevo gobierno italiano permite solo el desembarco de los más frágiles en sus puertos, mientras que el resto debe quedarse a bordo a la espera de ser devueltos a aguas internacionales.
El domingo una primera inspección determinó quiénes padecían una situación de fragilidad, y previsiblemente hoy se repetirá, tal y como había pedido también la organización humanitaria. Dos sirios saltaron al agua y desde el lunes están sentados en el muelle.
En cambio no hubo anuncio de segunda inspección en el barco Humanity 1, de la organización alemana SOS Humanity, donde 35 inmigrantes que siguen a bordo luego del desembarco de 144.
Enfrente de Catania, pero en aguas internacionales, hay otro barco humanitario, el Ocean Viking de la ong noruega SOS Méditerranée con 234 inmigrantes a bordo salvados hace dos semanas en el Mediterráneo central y que, por el momento, no ha accedido a puerto. Este martes por la mañana navegaba frente a las costas de Siracusa, indicó a la AFP un fotógrafo a bordo.
"La situación a bordo del 'Ocean Viking' se ha vuelto insoportable para los 234 rescatados. Después de 17 días a bordo, su salud mental está gravemente afectada: muchos sufren insomnio y muestran síntomas importantes de ansiedad y depresión", dijo la oenegé.
En cambio, el Rise Above recibió este martes para atracar en el puerto de Reggio Calabria, informó la ong alemana Lifeline que lo fletó. “Esperamos que todo vaya bien y que todas las personas a bordo puedan desembarcar", escribió la organización en su cuenta de Twitter luego de que cuatro pasajeros fueron bajados a tierra por razones médica.
El ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, afirmó que los migrantes rescatados el mar eran responsabilidad del Estado bajo cuya bandera navega el barco.
Los expertos en estas situaciones auguran que luego de varios días a la espera de su situación, en los barcos se producirán revueltas, peleas o suicidios.
Entre las primerísimas medidas que tomó el nuevo gobierno derechista presidido por Giorgia Meloni, están las restricciones para el ingreso al país de los inmigrantes rescatados en el mar Mediterráneo, a los que califica de “invasión”
A su vez, considera que las organizaciones humanitarias que los salvan en el mar serían "socios" de los “traficantes” que los sacan de sus países en precarias balsas que no reúnen condiciones de flotabilidad por sobrepeso.
Matteo Salvini, líder del partido la Liga y actual ministro de Transportes e Infraestructuras, cerró todos los puertos a los inmigrantes cuando fue ministro del Interior (2018-2019).
“Como siempre garantizaremos el socorro y la asistencia, pero prohibimos que las naves extranjeras de las organizaciones internacionales se detengan en aguas territoriales italianas. Defender a Italia no es un delito sino un deber”, declaró ahora Salvini
A estas medidas del gobierno se agrega la renovación automática que tuvo el 2 de noviembre el Memorándum de acuerdo sobres las migraciones firmado por Italia y Libia en 2017.
El acuerdo prevé que la Guardia Costera de Libia lleve de vuelta a ese país a los migrantes de ese origen rescatados en el Mediterráneo.
Según organismos humanitarios, los "centros recepción” de inmigrantes en Libia funcionan en realidad funcionan como campos de concentración donde hombres, mujeres, menores y niños son torturados, violados, abusados, explotados y extorsionados.
Según una investigación publicada por el diario italiano La Repubblica en base a datos oficiales, en 2022 han entrado a Italia poco más de 87.000 migrantes, una cifra mayor a la de 2021 (54.373) pero mucho menor respecto a los 117.000 de 2017.
Los países que más reciben migrantes que piden asilo son Alemania, seguida de Francia y España. Italia ocupa el cuarto lugar. Por lo cual, según el diario, en Italia “no existe ninguna emergencia de migrantes”.
La Comisión Europea, a través de un portavoz, reiteró que “es un deber moral y legal salvar las personas en el mar, en base a las leyes internacionales”.
