Con el objetivo de cuidar la salud de quienes están internados en residenciales y no descuidar el lado afectivo, los centros de adultos mayores deben de seguir lo pautado por un protocolo de actuación desarrollado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que tiene como objetivo “definir y coordinar la atención de los residentes y de sus cuidadores”.
El protocolo obliga a los establecimientos a exhortar a los visitantes a no ir si tienen síntomas sospechosos de coronavirus, a distribuir pañuelos y alcohol en gel, disponer de carteles informativos sobre la enfermedad y prohibir el ingreso de personas que viajaron al exterior y no cumplieron con la cuarentena que se les indicó.
Los nuevos residentes deberán permanecer 14 días en cuarentena al ingresar al hogar y deberán someterse a un test si quieren levantar el aislamiento a los siete días. Mientras tanto, todo residente que vuelve de un alta hospitalaria debe someterse a testeos y a 14 días de aislamiento en una habitación privada con buena ventilación y baño propio. Antes de cada ingreso el residente deberá ser evaluado por el director técnico médico del lugar.
Los residentes tendrán que usar la mascarilla en momentos donde no puedan garantizar la distancia social o estén en contacto con otros residentes o funcionarios.
En los locales con casos sospechosos o positivos de coronavirus las visitas de familiares serán suspendidas. “Salvo en situaciones excepcionales como el final de la vida o descompensación neurocognitiva psicoconductual del residente que no puedan ser abordadas por el equipo de trabajo; en estas situaciones particulares se debe permitir la entrada al residencial de un familiar a la vez”, indica el protocolo. La visita no podrá superar los 30 minutos, el visitante tiene que ser asintomático y deberá colocarse un equipo de protección.
En los residenciales sin casos positivos ni sospechosos, los residentes podrán recibir una o dos visitas semanales de un solo familiar de referencia cada 14 días.
Se prohíbe en todos los casos el contacto físico y se le tomará la temperatura a quienes ingresen a los hogares. Las visitas serán coordinadas en áreas exclusivas donde se pueda garantizar una distancia de dos metros entre el residente y quien lo visita.
En caso de que se detecte un caso positivo de coronavirus en un residente o un cuidador o se presenten dos casos sospechosos, todos quienes vivan o trabajen en el residencial deberán ser hisopados y se deberá mantener a los contactos aislados hasta que se descarte la enfermedad. Si no es posible poner en cuarentena a residentes en una habitación privada, se deberá agrupar a las personas que presenten síntomas.
Por otra parte, cada centro tendrá que realizar un registro de todos los funcionarios que hayan tenido contacto con un caso positivo o un caso sospechoso de covid-19 y deberá notificar al MSP de forma inmediata.
Los trabajadores con sintomatología asociada al covid-19 no podrán ir a trabajar y deberán someterse a una consulta médica. El resto del equipo de trabajo debe seguir estrictas medidas de protección e higiene, como el uso de tapabocas en todo momento.
El protocolo incluye recomendaciones para hacer una limpieza eficiente en cada centro, para desechar los residuos de forma correcta y para lavar ropa, sábanas y vajilla sin riesgos.
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