"Están ocurriendo cambios que nos desorientan en la empresa y a nivel personal. (La trilogía) GPS surge como un espacio, como una provocación a volver a preguntarnos por algunas elecciones que tienen que ver con el rumbo. Como decía Steve Jobs, si no nos planteamos una visión de cómo queremos vivir vamos a terminar viviendo visiones de otros. Muchas veces nos encontramos en maneras o en relaciones que no estamos tan seguros de haber elegido; que elegimos al estar adormecidos o ausentes", explicó.
A nivel de las empresas, el coach reconoce que es difícil hablar de emociones, por lo que apela a mecanismos para "hablar de lo que no se habla". Es así que los describe como "costos por fuera de los balances".
"¿Cuáles son los costos del ocultamiento de errores? ¿Cuál es el costo de que alguien por temor al ridículo no plantee una idea nueva? Hay techos de productividad o de rendimiento que no tienen que ver con la persona sino con cómo el conjunto se interrelaciona. Una misma persona en cierta empresa está tapado, en otra descolla", apuntó.
En un workshop que brindará el sábado 25, el coach argentino profundizará en cómo abordar la emocionalidad sin nombrarla y ganar en serenidad, entendida como la disposición a mantener el foco pese a las contingencias.
Krynski sabe que si le pregunta a un empresario a qué le tiene miedo, probablemente le responda que no le teme a nada. Entonces a nivel de las empresas una estrategia es trabajar sobre las emociones pero sin nombrarlas directamente. Por ello realiza "mapas integrales" para reconocer las emocionalidades.
"Todo miedo tiene que ver con algo que puedo perder en el futuro y lo puedo identificar. Le pregunto:¿qué podés perder si pasa tal cosa? Y estoy encarando el miedo pero sin nombrarlo. Toda emocionalidad evoca una cierta disposición para determinadas acciones y no para otras. Si estoy en el enojo, voy a poder gritar pero no voy a poder escuchar. Si estoy en el miedo tengo la disposición a huir o evitar. Si estoy en la vergüenza tengo la disposición a esconderme; si estoy en el resentimiento tengo la disposición a vengarme. En la culpa tengo la disposición a castigarme. Si estoy en la rabia, castigar a otro", explicó.
"En el workshop del sábado plantearé el aprender a tomar decisiones juntando dos momentos: el presente y las consecuencias. A veces estamos decidiendo por impulso, nos lleva puesta la inmediatez. Debemos contar con algunos recursos que hacen al poder centrarse, respirar y serenarse, pero no para ponernos unas túnicas blancas y hacer ommm, sino para darnos cuenta que algunas reacciones que tenemos terminan jugándonos en contra", apuntó.
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