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Cómo internet se transformó en una forma de traficar animales en Uruguay

Las plataformas se transforman en vehículos para el tráfico de animales en Uruguay
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16 de agosto de 2020 a las 05:00

Por Camila Pereira Pastorini - Especial para Cromo

Cuando alguien ingresa a Facebook u otras redes sociales como WhatsApp, puede acceder a grupos de compra, venta o caza de aves, carpinchos u otros animales; lo que da cuenta de cómo las personas perciben y aceptan estos actos que, en algunos casos, se encuentran prohibidos por ley.

En 2019, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) recibió 175 denuncias de las cuales 57 de ellas fueron por tenencia ilegal, 76 fueron por venta, 40 por motivo de caza y 22 por publicaciones en redes sociales. Se estima que la cantidad de denuncias es levemente mayor a la registrada, teniendo en cuenta las que se hicieron a través de llamadas telefónicas al ministerio o mediante otros medios que no son el Sistema de Denuncias. En los dos primeros meses de 2020 se recibieron 28 denuncias, principalmente por venta ilegal. 

En Uruguay se considera tráfico de fauna a todas las acciones de caza y transporte ilegal de determinadas especies nativas o exóticas. Luego de que se cazan también se considera ilegal su tenencia. Si bien desde la ONG Conservación de Especies Nativas del Uruguay (Coendu) perciben mayor conciencia y sensibilidad con respecto a no tener animales silvestres encerrados, también observan “mayores ilícitos e impunidad”, dijo a Cromo Mauricio Álvarez, presidente de la organización. 

“Muchas veces en la cultura popular el que tiene un cardenal en su casa no se considera parte del tráfico, aunque en realidad es quién le da inicio a la cadena, porque sin comprador no hay vendedor ni cazador”, explicó Álvarez.

Suelo fértil para la ilegalidad

En redes sociales y sitios web se han detectado publicaciones de venta de animales, que en general se dan de baja después de ser denunciadas. Sin embargo, hay publicaciones en las que se venden jaulas, cadenas o veneno para animales que, según comentó el presidente de Coendu, son más difíciles de denunciar. 

Cuando un sitio web recibe una denuncia, revisa el artículo de manera automatizada, y si no se detecta una infracción, ésta queda sin efecto. “Las respuestas han sido que el articulo no incumple las normas establecidas por la compañía”, dijo Álvarez y agregó que si bien vender una jaula no es ilegal, “vender una jaula para loro amazónico o para cazar zorros, es fomentar una ilegalidad”.

Ante la falta de un teléfono o contacto a dónde dirigirse en Mercado Libre para reclamar sobre este tema, la ONG ha resuelto armar grupos de voluntarios para, cada cierto tiempo, hacer más de una denuncia de las publicaciones que allí aparecen y así ser más tenido en cuenta por los algoritmos para que sean dadas de baja. Por otra parte, la mayor parte de las denuncias realizadas en la Dinama “no pueden ser verificadas por dificultades en la identificación de las personas infractoras o, una vez identificadas, llegar a sus domicilios. Asimismo, muchas de las denuncias recibidas refieren a actos ya ocurridos o que están ocurriendo en ese momento, no pudiendo ser verificadas”, indica un documento del organismo. 

De todas formas, aunque no se cuente con todos los datos, la ONG recomienda hacer igualmente la denuncia para que quede registrada. “Cuando el organismo tenga que rendir cuentas a sus superiores, tendrán que analizar sus dificultades para actuar frente a estos casos, que puede ser por falta de datos, falta de recursos u otros motivos”, comentó Álvarez. 

Uno de los casos más recientes fue el de una organización que ofrecía utilizar perros galgo para efectuar una caza ilegal de ñandúes y zorros, indicó Montevideo Portal en febrero de este año. 

El operativo realizado en Lavalleja contó con el apoyo de Dinama, Fiscalía, Guardia Republicana, Jefatura de Policía de Lavalleja, y la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba). 

“Las autoridades atienden esos casos que son graves desde el punto de vista de la conservación”,  dijo el presidente de la ONG y explicó que “a veces la presión pública ayuda a actuar en casos como el de los galgos”. 

Qué animales se venden más

En Uruguay, los animales más traficados son las aves cantoras. Y dentro de éstas, el cardenal copete rojo y el jilguero o dorado. En segundo lugar se encuentran las tortugas, nativas y exóticas, y monos provenientes de países de la región.  El valor de los animales puede rondar, en el caso del cardenal copete rojo, en unos $400; el jilguero $800; las tortugas morrocoyo $600, las de tierra $1.500 y los monos tití $25.000.

Las especies que no pueden ser liberadas en el momento se dejan en diferentes reservas o bioparques para su rehabilitación y posterior liberación. En la mayoría de los casos son recibidas por el Parque Lecocq, la Reserva de Pan de Azúcar, el Bioparque de Melo, y la Reserva Tálice. Hay sitios que cuentan con autorización para criar y vender animales de manera legal, pero son muy pocos. 

Desde la Dinama comentaron que se han comunicado en algunas oportunidades con Mercado Libre para que se bajaran publicaciones, pero no con otras redes. 

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