El Ministerio del Interior, a pedido de la fiscal Mónica Ferrero, realizó a las seis de la mañana de este martes primero de enero nueve allanamientos en Piedras Blancas, en los alrededores de la esquina de Teniente Galeano y Roberto Ibáñez, donde fue asesinado el 23 de diciembre el taxista Juan Carlos Nacaratto. El cuerpo del trabajador fue localizado a metros de su auto, que además fue incendiado.
Según informó Subrayado, fueron detenidos cuatro hombres tras el operativo -en el que se incautaron drogas y un arma calibre 48-, pero, según confirmó El Observador con fuentes del caso, solo uno de ellos tiene presunto vínculo con el homicidio. El resto fue detenido por otras investigaciones sobre narcotráfico en la zona, que también lidera Ferrero.
El sospechoso de tener alguna conexión con el crimen de Nacaratto es un hombre que tiene un taller mecánico a 1.000 metros de donde ocurrió el homicidio, y a quien le encontraron tres de las cuatros llantas del taxímetro calcinado.
La intención de Ferrero es interrogarlo este miércoles para recomponer "la cadena" hasta llegar al responsable del asalto y posterior asesinato -si es que no son varios, algo que no se descarta-, ya que el indagado declaró a la policía que él compró las llantas a otra persona.
Se trata, según dijeron las las fuentes, "de una puntita" que contribuirá a esclarecer el caso, aunque para los investigadores el hecho de que el operativo se haya hecho público puede haber advertido a los involucrados en el crimen y frustrar el hallazgo.
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