Crisis en el gobierno de Theresa May por diferencias en aplicación del brexit

El viernes pasado la primer ministra convocó a los miembros de su gabinete a una reunión para plantearles su plan frente al brexit. Se trata de proponer un área de libre comercio de mercancías, en la que el Reino Unido deberá aceptar la normativa europea para evitar controles fronterizos. Esa propuesta fue descalificada durante la reunión por los que están en contra de una flexibilización del brexit. A pesar de eso, las declaraciones de May ante la prensa reflejaron que había sido un encuentro exitoso y que había logrado unificar a su gabinete, pese a sus divisiones.

El domingo, después de la reunión, David Davis renunció a su cargo de ministro del brexit. Hace dos años, Davis fue designado como Director del Departamento para la Salida de la Unión Europea y en varias oportunidades amenazó con dimitir a su cargo, debido a la posición que tiene May frente a las negociaciones con la Unión Europea. A Davis lo reemplazará Dominic Raab, que ocupaba el puesto de ministro de Vivienda y quien ha defendido al brexit.

A raíz de esta renuncia, Boris Johnson también presentó su dimisión. Johnson es uno de las caras más visibles dentro del sector duro del brexit en el gabinete. A última hora del lunes se confirmó que el nuevo ministro de Exteriores será Jeremy Hunt, extitular de Sanidad y que defensor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.

En junio de 2016, el pueblo británico decidió a través de un referéndum que no quería seguir formando parte de la Unión Europea. A esta salida la llamaron brexit y el proceso de su implementación está en marcha. May es la encargada de gestionar uno de los movimientos con repercusiones económicas más importantes en la historia de Gran Bretaña.