Walter Gargano y Facundo Píriz

Fútbol > EL ANÁLISIS

Cuando se apagó el juego de Carrizo se terminó el dominio de Peñarol

El argentino fue la figura del primer tiempo, pero luego desapareció. Y con él, el equipo
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19 de marzo de 2022 a las 21:39

Peñarol perdió en el segundo tiempo el dominio que tuvo en el primero y al final sacó un empate 1-1 de su estadio frente a Deportivo Maldonado por la sexta fecha del Apertura. Un resultado que también le cortó el impulso que había conseguido en el torneo después de ganarle el clásico a Nacional y vencer agónicamente a Danubio en Jardines 14 días antes.

¿Por qué cambió tanto después del entretiempo? ¿Fue porque se cansó Federico Carrizo? El argentino, que debutó como titular en el equipo aurinegro, fue el jugador más lúcido en el ataque durante la primera parte. Apareció principalmente por izquierda y fue la luz de su equipo en ofensiva, que esta vez no contó con el juego punzante de Ignacio Laquintana -solo destellos al comienzo-, mientras que Ruben Bentancourt fue controlado en el área.

Es verdad que Peñarol ya no es el mismo equipo del año pasado y para este partido en particular no tuvo a Pablo Ceppelini ni a Agustín Álvarez Martínez -tampoco a Agustín Canobbio, que tal vez no lo tenga más-, sin embargo, sin realizar un gran despliegue fue superior al líder del campeonato durante los primeros 45 minutos.

Damián Musto y Facundo Píriz

Apenas empezó el partido Carrizo le puso una pelota de gol a Bryan Olivera y luego resultó fundamental en el tanto de Juan Manuel Ramos. Tras una pared con Damián Musto, Carrizo remató al arco sin demasiada fuerza, pero encontró al lateral atento en el área: controló y levantó el zurdazo que venció a Guillermo Reyes.

Hablando siempre del fútbol de entre casa, Peñarol es ahora un equipo mucho más terrenal que el que ganó el Campeonato Uruguayo anterior. No tiene aviones por los costados, perdió la efectividad del Canario Martínez, pero frente al Deportivo le alcanzaba con la calidad de Carrizo para meter el cuadro adelante y hacer que su rival reculara. 

Deportivo es un equipo serio, sin grandes luminarias, pero que no desaprovecha sus oportunidades. Cada partido le cuesta una barbaridad y llegó a la cima haciendo valer cada gota de sudor: le ganó a Nacional con un gol en el minuto 96, a Liverpool con un tanto en contra en la recta final y estaba visto que no se iba a dar por vencido tan fácilmente frente a Peñarol, aunque sus antecedentes en el Campeón del Siglo no daban para ser muy optimistas.

El festejo tras el gol de Ramos

El técnico Francisco Palladino cambió a tres jugadores para el segundo tiempo. Sacó a Ángel Rodríguez porque estuvo al borde de la expulsión -retornaba en este partido de cumplir una sanción-, a Tellechea y al argentino Belloso, e incluyó a Rodrigo Muniz, Alex Silva y Enzo Borges; el ingreso de éste resultó fundamental.

Pero además, Palladino también varió su sistema de juego. Pasó de defender con una línea de cinco a hacerlo con una línea de cuatro. Adelantó unos metros al equipo y así comprometió a Peñarol, que pasó de ofender a ser ofendido, de tener la sartén por el mango a refugiarse en su área.

Carrizo ya no encontró facilidades para moverse entre líneas, perdió penetración en el pase y el equipo lo sintió. Walter Gargano tuvo que tomar la posta, pero no fue la mejor tarde del capitán. Con esos dos circuitos cortados, falló la electricidad del equipo.

A todo esto, Borges comenzó a inquietar a los centrales aurinegros. Generó tres ocasiones en el área antes de meter el empate. Para eso tuvo la colaboración de Kevin Dawson. El golero salió mal recoger una pelota aérea que llegó de frente, la dejó regalada en el área y la aprovechó el goleador riverense para puntear a la red frente a la pasividad de los compañeros del golero que tampoco la pudieron despejar.

Peñarol tampoco tenía recambio de valor en el banco como para pensar la remontada. Porque los que entraron cambiaron poco. Máximo Alonso fue bien cercado sobre el costado izquierdo y Lucas Viatri apenas pudo enganchar una pelota en el último minuto de adición.

Matías Aguirregaray y Maximiliano Cantera

Ni siquiera aprovechó el aurinegro los 17 minutos que jugó con un hombre más (con los 7 agregados por Burgos) por la expulsión de Martín Ferreira. Intentó llegar vía aérea, con la esperanza de encontrar un cabezazo salvador. Pero respondió muy bien Deportivo Maldonado que se agrupó sobre su arco y defendió con uñas y dientes el resultado.  

De 18 puntos disputados, Peñarol ya perdió casi el 50% y este domingo puede ser alcanzado por Nacional si le gana a Wanderers, lo que no es un gran mérito teniendo en cuenta la posición que ocupan, pero no deja de ser preocupante. Sobre todo porque no mejora el funcionamiento y porque volvió a trastabillar en los resultados, después de los últimos dos partidos.

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