Entre octubre y diciembre es un momento del año en que la bolsa de Estados Unidos suele tener un desempeño mayor que el promedio de los nueve meses anteriores. Las ventas en algunos sectores se incrementan con las festividades navideñas y de fin de año, y las empresas buscan cerrar los balances de la mejor forma. A eso se suman las expectativas del “efecto enero”, que animan a los inversores a comprar acciones por anticipado y a especular con la suba, en un clima de negocios que suele tornarse más ameno.