Martín Viggiano
Sacacorchos > vinos
Cuestión de género
Que las mujeres están detrás de todas las actividades realizadas por los hombres es sabido. Por más masculina que sea la actividad, la estadística poblacional obliga a que ambos géneros convivan en las diversas disciplinas. Y el vino no es la excepción. A pesar de que se pueda identificar a la viticultura como un oficio netamente de machos, las mujeres han estado presentes desde siempre en el vino. Más ahora que las barreras son cada vez menos, y el acceso a la capacitación no distingue entre polleras o pantalones.
Así, en Uruguay existen varios emprendimientos gestionados por mujeres, o bien féminas que son piezas clave en la industria. Ejemplos hay varios, como el de Estela de Frutos, llamada en la jerga como “Madame del vino” o la “Dama del Tannat”. Enóloga, trabaja para el INAVI y asesoró a varias bodegas. Desde hace un tiempo gestiona un emprendimiento, en el que elabora su propio vino, con énfasis en el Tannat. Otros ejemplos se encuentran en bodega Chiappella, adonde las hermanas Karina y Laura son las que pinchan y cortan. También está la muy recientemente instalada bodega Artesana. En Las Brujas (Canelones), con el aporte económico de un estadounidense enamorado del vino y de Uruguay, las enólogas Analía Lazaneo y Valentina Gatti montaron la pequeña viña que produce vinos de muy buena calidad. Podríamos seguir. A Giménez Méndez la administra Marta Méndez. Antigua Bodega Stagnari tiene la batuta de las mujeres de la familia. En Carmelo, Fabiana Braco es la cara visible de Narbona. Y hay más.
Bodegas grandes, chicas y medianas. Las mujeres ya no son cosa extraña entre las viñas. Por eso, mañana miércoles 11 de diciembre, un grupo de damas vinculadas a este mundo del vino se reunirán en el museo de la uva y el vino, en la ciudad de Las Piedras (Canelones), a partir de las 19 horas, para fundar la Asociación de Mujeres del Vino del Uruguay.
