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"Deberíamos preocuparnos de la pérdida de aprendizajes" igual que de la alimentación escolar, dijo Da Silveira
El paro de maestros en rechazo a la Rendición de Cuentas, que afectó el miércoles a casi 19.700 niños que se quedaron sin alimentación escolar en Montevideo, dejó "un día más de ausencia de presencialidad" a alumnos que "hace un año y medio han venido perdiendo una cantidad muy importante de clases", dijo este jueves el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, en rueda de prensa.
"Está muy bien que nos preocupemos de la alimentación; deberíamos preocuparnos igualmente de la pérdida de aprendizajes", agregó el funcionario.
El jerarca, que cuestionó la movilización por los "costos sociales" que supuso, dijo que el gobierno es partidario de respetar las libertades sindicales, aunque eso no necesariamente significa que se tenga que hacer cargo de "ciertas consecuencias". En ese sentido, atribuyó la responsabilidad a la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), encargada de promover el paro.
"En la medida que cada uno asuma sus responsabilidades, ojalá podamos avanzar", sostuvo. "Nadie duda de la legitimidad de un paro. En este país nadie pone en cuestión las libertades sindicales. Este gobierno es un gobierno enormemente respetuoso de todas las libertades, pero eso no quita que sería bueno hacerse cargo de ciertas consecuencias, sobre todo cuando son costos sociales que golpean a los más débiles".
Y añadió: "Todos estamos de acuerdo en que comer en los centros educativos es una muy buena opción y no es fácil sustituirla. Hemos tenido que hacerlo en condiciones de pandemia, pero no es una cuestión que uno resuelva en tres días".
Para Da Silveira, la decisión del sindicato se tradujo en una "oportunidad de aprendizajes perdidos", algo que define como "especialmente grave" para los alumnos más vulnerables. Reiteró que no era bueno que los estudiantes se quedaran sin recibir la alimentación y concluyó que "hace falta más sensibilidad hacia los costos sociales".
