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Desafuero a Penadés: el fantasma de la filtración y la incomodidad de Domenech para votarlo
"Esto es muy chico y cualquier filtración puede ser un desastre", advertía el senador frenteamplista Enrique Rubio sobre las 15:35 en la Sala de Ministros, donde la reunión de la Comisión de Constitución recién arrancaba.
"Cada uno actuará de acuerdo a su conciencia", soltaba el colorado Adrián Peña, presidente de la comisión, en una conversación que tuvo lugar fuera de actas para que los medios ingresaran a hacer imágenes.
Los nueve senadores alrededor de la mesa –Charles Carrera, Liliam Kechichian, Rubio y José Carlos Mahía (FA), Peña (Partido Colorado), Carmen Asiaín, Carlos Camy y Armando Castaingdebat (Partido Nacional) y Guillermo Domenech (Cabildo Abierto)– asentían sobre la sensibilidad que la información en carpeta podía representar para determinadas víctimas.
El encuentro apenas había comenzado y ya el tema de discusión era la eventualidad de la filtración del pedido de desafuero al senador blanco Gustavo Penadés, un argumento de fondo que atravesó toda la polémica previa respecto a si pasarlo a ese ámbito o votarlo "sobre tablas" en el plenario.
Con todos los partidos habiendo anunciado su respaldo para levantar los fueros, el principal problema de hablarlo en una comisión era que el expediente remitido a sobre cerrado por la Suprema Corte de Justicia a la titular de la Cámara de Senadores, Beatriz Argimón, tendría que salir de la "caja fuerte" y pasar con nueve copias a los legisladores.
Al final del día, esos papeles escaneados estarían en al menos nueve despachos del Palacio Legislativo. Si bien el Partido Nacional procuró evitar esta etapa, la oposición indicó que el pasaje por comisión era el procedimiento institucional correspondiente, antes de alzar las manos en el plenario al día siguiente.
La Secretaría del Senado de hecho advirtió a Argimón que se le diera "trazabilidad" a los repartidos, pero esa opción quedó descartada. La "reserva", repetida por la fiscal Alicia Ghione varias decenas de veces a lo largo de la carpeta –a la que accedió El Observador–, llegó a tal punto que se prohibió a los periodistas "deambular" por el ambulatorio de la cámara, próximo a la sala de Ministros.
"Ni bien terminé de verificar lo formal, lo volví al sobre y lo deposité en la caja fuerte", explicó el martes Argimón ante la comisión, según el acta a la que accedió a última hora El Observador. La vicepresidenta fundamentó que ya hubo "algún antecedente" cuando el informe de la Secretaría de Inteligencia se filtró meses atrás desde el Parlamento.
"Por lo que, con ese antecedente, decidí que este Parlamento iba a dar las garantías, al estar en la caja fuerte, de que, si llegaba a haber algo que trascendiera, no iba a ser de este Parlamento", sostuvo Argimón.
Sobre las 15:45 la comisión ingresó en un cuarto intermedio para que los senadores estudiaran el expediente.
Unos 40 minutos después, retomaron la sesión. Los integrantes de la comisión comenzaron a trabajar en una declaración común para recomendar a la Cámara el voto del desafuero. Pese a que había acuerdo entre todos los partidos para hacerlo, fue el senador cabildante Guillermo Domenech quien puso el grito en el cielo por la redacción.
"La discrepancia fue una diferencia del senador Domenech, que para él no quedaba acreditada la necesidad de formación de una causa criminal del informe, y quería excluir esa referencia de la resolución. El tema es que solo puede ser una: se da el desafuero y creemos que hay mérito para investigar", indicó a El Observador la nacionalista Carmen Asiaín.
"Como con estos elementos no puedo descartar que no haya una persecución política del senador Penadés, porque esto nació en la política a través de una activista que todos vimos cómo fue a irrumpir en un acto de la Intendencia de Montevideo (...)", fundamentó el cabildante en referencia a Romina Celeste Papasso.
"Después hay una serie de rumores, por lo menos iniciales, que vinculan a intereses políticos este problema de Penadés. Obviamente, no puedo asegurar su inocencia, (...) pero tampoco he podido corroborar a través de prueba testimonial, documental o siquiera indicios la veracidad de estas imputaciones (...) no me siento cómodo votando una acusación al senador Penadés cuando no he podido corroborarla", dijo Domenech.
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Sobre las 17:30, a pesar de los tironeos, los nueve senadores aprobaron en comisión el levantamiento de los fueros a Penadés, mientras el presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, aguardaba en el ambulatorio para pasar a reunión de bancada de su fuerza política.
Desde el día anterior había quedado pendiente el pasaje del caso a la Comisión de Ética del Partido, bajo el argumento –votado en mayoría– de que había que aguardar a lo que resolviera el Parlamento. Ahora sí, mientras los legisladores blancos se reunían en la sala Dardo Ortiz del Palacio, el Directorio derivó el tema a su tribunal ético.
Sobre las 18:15, parte de la bancada retornaba al ambulatorio, y el comentario de pasillo era que "en minutos" habría novedades: o por renuncia o por suspensión, Penadés tendría su salida del Partido Nacional. Fue tan solo cinco minutos después, con el tema laudado, que el histórico senador herrerista repartió su carta de renuncia.
Según supo El Observador en base sus allegados, el dirigente había tomado la decisión varios días atrás y tenía pensado presentar su dimisión el miércoles, pero la sucesión de hechos forzaron a adelantar la publicación de la misiva.
"Lo tomo como un gesto que libera al partido de estos temas, que ahora van a tratarse en la Justicia", declaró Rodrigo Blás, quien ahora asumirá la titularidad de la banca que en las elecciones ganó el hoy ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
"No me encontré con cosas más duras de lo que esperaba, porque hubo mucho trascendido. Duras de por sí, de víctimas", admitió en tanto Asiaín, quien dará el informe por parte del oficialismo. "Son circunstancias muy tristes", concluyó.
El frentista José Carlos Mahía será el encargado de brindar el informe por parte de la oposición.
