Día mundial sin tabaco: el desafío de dejar de fumar en pandemia

Alrededor de 780 millones de personas en todo el mundo quieren dejar de fumar, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Pero lograrlo puede ser un gran desafío, particularmente en un contexto de estrés social y económico derivado de la pandemia. Por ejemplo, una encuesta realizada por la Facultad de Medicina de Harvard, publicada por Los Ángeles Times, reveló que aproximadamente un tercio de los mil norteamericanos encuestados, declaró haber fumado más durante los primeros seis meses de la pandemia.

La psicóloga Mary Barros, integrante de la unidad de Tabaquismo de Hospital de Clínicas, explicó a El Observador que las situaciones de estrés, pérdidas, y complicaciones sociales son un factor que abona las recaídas para los fumadores, así como el consumo de alcohol, que hace que el sujeto "baje la guardia" ante el tabaco. "El fumador tiene en la memoria ese recurso que hace que en esas situaciones pueda recaer", comentó.

Por otra parte, el avance de la pandemia y su posible afectación sobre el sistema respiratorio alertó a los fumadores. Según la psicóloga, "en algunos se volvió una señal para tener que dejar de fumar".

En la unidad de Tabaquismo de Hospital de Clínicas, así como en otros centros de tratamiento, la atención pasó a ser telefónica. Mientras que pensaban que la atención presencial favorecía al tratamiento, la especialista señala se mostró sorprendida por el aumento de la adhesión a los tratamientos en el contexto de la atención a distancia, lo que llevó a una menor discontinuidad de las consultas. "Hubo mas adhesión, porque no había faltas en lo presencial". 

Barros sostuvo que la pandemia ha hecho más difícil la batalla contra las sustancias como el tabaco, ya que también disminuyeron los factores de contención que actúan como protección cuando alguien está dejando de fumar.

La especialista sostuvo que una persona para ser exfumador puede alternar y pasar, en promedio, por tres o cuatro recaídas hasta dejar definitivamente. "Es parte del proceso. Lo importante es que el paciente retome el contacto cuando se siente en riesgo o recayó", comentó. La psicóloga explicó que si bien hay gente que puede dejar de fumar sin apoyo de especialistas, no es el caso de la mayoría. "Llega un punto en el que necesitan ayuda. Las mejores oportunidades para dejar el seguimiento son con profesionales especializados que van ayudándolos a superar los obstáculos que aparecen". 

Según la OMS, los beneficios de dejar el tabaco son prácticamente inmediatos. La organización señala que 20 minutos después de dejar de fumar disminuye el ritmo cardíaco, mientras que entre 2 y 12 semanas mejora la circulación y aumenta la función pulmonar. Además indica que entre cinco y 15 años después, "el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador", y en 10 años "el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser la mitad del de un fumador". 

Consumo de tabaco y covid-19

Según publicó el Ministerio de Salud Pública, inhalar humo de tabaco deteriora los mecanismos de defensa del sistema respiratorio y genera inflamación de las vías aéreas. "La evidencia acumulada durante la evolución de la pandemia por covid-19 ha demostrado que, además de las alteraciones mencionadas, las células pulmonares de los fumadores son especialmente susceptibles a infectarse por el virus SARS-CoV-2, lo que repercute en una doble probabilidad de cursar la enfermedad de forma más grave, en comparación con los no fumadores", sostiene el ministerio de salud en su página web.

A su vez Elba Esteves, directora del Programa Nacional de Control de Tabaco del Ministerio de Salud Pública (MSP), advirtió sobre la asociación del tabaquismo y la pandemia de covid-19. Según recoge La diaria, en la actividad “Desafíos y oportunidades para el abordaje del tabaquismo en el contexto de pandemia” organizada por el laboratorio Roche, Esteves sostuvo que “en estos meses ya se ha podido generar suficiente evidencia para demostrar que el consumo de tabaco actual o pasado produce formas más graves de la covid-19”.  También señaló que los pacientes fumadores requieren ingreso a CTI e intubación con mayor frecuencia y registran mayor cantidad de muertes.

"Si bien aún no se ha demostrado que dejar de fumar aminora el riesgo de enfermar por SARS-CoV-2, se considera que el cese del consumo disminuye el riesgo de desarrollar formas más graves de infección respiratoria, tal como sucede con otras infecciones virales", publicó el MSP. 

Desde el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET), el sociólogo Diego Rodríguez, señala como una de las mayores preocupaciones la aprobación del decreto de los productos de tabaco calentado, como los cigarrillos electrónicos, que son dispositivos que apuntan a los más jóvenes y usualmente son compartidos.

Los especialistas recomiendan no desanimarse. Recaer es parte del proceso para abandonar el cigarrillo, y si bien en un contexto pandémico se pueden presentar obstáculos, sugieren buscar ayuda profesional para poder sortearlos.