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Diputados cabildantes propusieron que el Inisa pase a ser público-privado
Tras los disturbios ocasionados en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) que derivó en la suspensión de la sesión parlamentaria en la que la presidenta del organismo, Rosanna de Olivera, fue a dar explicaciones sobre el funcionamiento actual del centro, los diputados cabildantes Álvaro Perrone y Eduardo Lust propusieron que el instituto pasara a funcionar bajo el régimen de gestión público-privada así como sucede en la Cárcel de Punta de Rieles.
Perrone apeló a los recursos que se le asignan anualmente al organismo: US$ 54 millones, destinados a atender a una población de casi 600 jóvenes, entre los sometidos a medidas privativas y alternativas. Así, cada uno le "cuesta" al Estado unos US$ 16.000 al año. "Vamos a proponer su cierre, y hacer un llamado para una gestión por iniciativa privada", indicó.
En diálogo con El Observador, sostuvo que "hay que buscarle una salida de fondo" ya que la institución "ha sido siempre fuente de problemas, con cada vez más dinero y funcionarios". Perrone propuso para el Inisa un modelo de participación pública privada, similar al que se aplica en la cárcel de Punta de Rieles.
Con respecto a los funcionarios, habló de "pasarlos a disponibilidad" y derivarlos a otro lugar en el Estado. También cortar con "todos" los contratos de la institución con organizaciones no gubernamentales.
Amiguismo, despilfarro, desidia, cientos de familiares, 54,5 millones de dólares al año para atender a 600 adolescentes, ese es el Inisa que recibimos, vamos a proponer con @LustEduardo cerrarlo y llamar a iniciativa privada.
— Alvaro Perrone 5️⃣1️⃣0️⃣ (@APerrone510) December 20, 2021
Su postura fue apoyada por su correligionario Eduardo Lust. Según sus cifras, los 265 jóvenes internados en la institución, el personal y la guardia, un total de 600 personas, reciben por mes 1.100 kilos de fideos, 1.350 kilos de carne, 900 litros de pulpa de tomate y 700 kilos de harina.
Esta postura fue en consonancia con lo que había manifestado De Olivera en la comisión. La jerarca reivindicó su gestión y sostuvo que debió enfocarse en atender el "caos organizacional" y las "deficiencias edilicias" que heredó de las administraciones frenteamplistas.
"La realidad que se recibió es pésima", aseguró. "Podríamos decir que varios de los centros no cumplen con los requisitos mínimos para poder ejecutar las medidas socioeducativas como es debido y mucho menos para garantizar los derechos de los jóvenes que deben permanecer en el sistema".
La jerarca enumeró allí una serie de vicisitudes que debió afrontar en algunos lugares y que, por cierto, había remarcado cuando le tocó ir al Parlamento para exponer sobre la Rendición de Cuentas: agua que se filtraba al interior de los locales y que, entre otros problemas, derivaba en que los championes de los jóvenes estuvieran "flotando" en las habitaciones, una realidad que, garantizó, "hoy no está más".
La propuesta de Perrone generó cuestionamientos en el propio oficialismo. El diputado blanco y exdirector del Inisa, Álvaro Viviano, apuntó contra los legisladores cabildantes a los que acusó de "perder el tiempo". "Para administrar el sistema, para gestionarlo bien, antes que nada hay que creer en él, y sobre todo, entender que es la vida de los adolescentes lo que tenemos en las manos. Así no será posible. Están perdiendo el tiempo muchachos, y también gastando el nuestro", escribió en Twitter.
Para administrar el sistema, para gestionarlo bien, antes que nada hay que creer en el, y sobre todo, entender que es la vida de los adolescentes lo que tenemos en las manos. Así no será posible. Están perdiendo el tiempo muchachos, y también gastando el nuestro. https://t.co/lWVcg1L8CO
— Alvaro Viviano (@tatoviviano) December 21, 2021
