Una vez más, el reclamo de introducir modificaciones a las pautas salariales del sector privado que encabeza el PIT-CNT se encontró con la negativa del ministro de Economía,
Danilo Astori, que mantiene intacta su postura de moderar los ajustes de salarios y conservar la mayor cantidad de empleo.
Pese a eso la central sindical mantiene expectativas que en otros ámbitos del gobierno haya más receptividad a su pedido. Una de las puertas todavía abierta es la del Ministerio de Trabajo (MTSS).
Esa cartera aguarda que terminen de negociar los últimos grupos de los 32 que comenzaron a hacerlo en febrero. Una vez culminada esa etapa se realizará un balance de la ronda y se analizarán los resultados, a pedido del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.
Con esos datos arriba de la mesa, el gabinete del MTSS evaluará si corresponde incorporar nuevos elementos a la negociación. De todas formas, la última palabra la tendrá Murro que deberá plantear el tema en el
Consejo de Ministros si lo entiende necesario. En diálogo con El Observador, el director nacional de Trabajo, Juan Castillo, recordó que él tenía una visión crítica sobre los lineamientos cuando fueron anunciados a mediados del año pasado. En ese sentido, dijo que hoy la realidad "está demostrando que es cada vez más costoso encontrar los acuerdos en los ámbitos de negociación. Esto es objetivo, esto es lo que nos pasa hoy", afirmó.
La preocupación principal del PIT-CNT es evitar la pérdida de poder adquisitivo durante la vigencia de los convenios. Como consecuencia, la central exige que se reduzca el plazo para la aplicación de los correctivos por inflación a 12 meses, en lugar de los 18 y 24 meses con los cuales se negocia actualmente. En el esquema actual de negociación basado en ajustes nominales, el comportamiento de la inflación es un elemento de peso y la posibilidad de que haya pérdida de poder adquisitivo está latente.
Ese riesgo está presente hoy hasta en los sectores "dinámicos" que ajustan hasta por un máximo de 10% el primer año. Y es más marcado en las ramas menos dinámicas donde se negociaron ajustes en julio pasado de 8,5% y 8% para el primer año y de 7,5% y 6,5% para el segundo.
"Es central que si el gobierno barajó y dio de nuevo desde el punto de vista fiscal, porque cambió la realidad económica, tiene que reconocer un hecho, y es que ellos para las pautas de
Consejos de Salarios previeron una inflación decreciente, que no se está observando. Entonces es justo que los trabajadores pidamos que por lo menos tengamos garantizado que el salario real no se va a deteriorar. Eso es lo que nos dijo el presidente (Tabaré) Vázquez, y es lo que reclamamos", había dicho el miércoles Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical.