Autoridades sanitarias estadounidenses rehabilitaron la importación de carne bovina sin hueso procesada en dos complejos industriales de Uruguay, el Frigorífico Pul, ubicado en Cerro Largo, y el Frigorífico Carrasco, ubicado en Canelones. Ambas plantas frigoríficas pertenecen a la empresa Athena Foods.
Las dos habían sido suspendidas en setiembre de 2020 por el Servicio de Seguridad e Inspección Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (FSIS/USDA) para la exportación, tras hallarse la cepa O-157 de la bacteria Escherichia coli (E. coli) en productos embarcados.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) informó este viernes que tras la inhabilitación de las plantas se realizaron “mejoras y ajustes necesarios”, orientados a cumplir con las exigencias de los Servicios Veterinarios del FSIS/USDA.
Luego de la suspensión el gobierno uruguayo intercambió documentación y se realizaron reuniones virtuales con integrantes de los Servicios Veterinarios de ese país. Este jueves, luego de recibir respuesta norteamericana, se rehabilitaron las plantas.
Por otro lado, China aceptó parte de la carne uruguaya que iba con un error en el etiquetado y que semanas atrás derivó en que ese país suspendiera las importaciones de productos del frigorífico BPU, situación que derivó en el cambio de cuatro jerarcas de los Servicios Ganaderos del MGAP.
Luego de gestiones entre el gobierno uruguayo y autoridades de sanidad chinas, el gigante asiático aceptó que ingresara al mercado parte de la carne que ya estaba en viaje, confirmó el ministro Carlos María Uriarte en diálogo con El Observador.
No toda la carne llegó a ese destino, dado que "la mayoría se redireccionó" a otros mercados.
“En una videoconferencia que mantuvimos con las autoridades sanitarias chinas, generosamente se nos sugirió alternativas para mejorar el ingreso de los containers con problemas. Desde entonces estamos trabajando en eso y hasta el momento el mercado chino se ha mantenido abierto y operando de forma normal”, comentó.
El ministro, que semanas atrás sostuvo que la destitución de Eduardo Barre, director de la Dirección General de Servicios Ganaderos, y de Gustavo Rossi , encargado de la Dirección División de Industria Animal se dio “ante la inminencia del peligro de perder el mercado chino”, dijo a El Observador que las gestiones realizadas con las autoridades de ese país “fueron vitales”, y que “la realidad pudo haber sido muy distinta sin ellas”.
"Hasta el momento el mercado chino se ha mantenido abierto y operando de forma normal", comentó Uriarte.
En tanto, hace ya algunos días se concretó una auditoría de forma virtual sobre los procedimientos realizados en el complejo industrial del frigorífico BPU. Según informó Uriarte, tras la auditoría China realizó consultas al MGAP que fueron contestadas y ahora se "está a la espera".
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