El subsidio al supergás se volvió una mochila más pesada para el sobrecosto del gasoil y la nafta que pagaron los consumidores uruguayos durante el último año. En la presentación de los resultados de Ancap al cierre del tercer trimestre, los técnicos y jerarcas del ente alertaron por el impacto creciente de esa política, aunque admitieron que su erradicación total es compleja de instrumentar.
El factor X (que incluye los sobrecostos, subsidios, e ineficiencias de Ancap) fue definido por el Poder Ejecutivo en $ 2,97 con la foto al cierre de 2020. Dentro de esa tarifa —que pagan los consumidores uruguayos por encima del precio teórico de importación—, el subsidio al supergás es el que se llevaba la mayor parte: $ 1,70 (57%). Sin embargo, de acuerdo a una proyección que realizó Ancap en base a precios reales de 2021 y consumo, ese subsidio al supergás trepará a $ 2,62 en 2021 y a $ 2,93 para 2022.
El Precio de Paridad de Importación (PPI) —que calcula la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea)— pauta un precio $ 32 para cada litro de supergás envasado (80% de la demanda) que comercializaba Ancap, sin embargo, el ente apenas percibe $ 7 por litro; los restantes $ 25 es el subsidio que tiene ese combustible. En el caso del supergás a granel (20% de la demanda), el PPI arroja un precio por litro $ 30, de los cuales Ancap percibe $ 16 por litro (subsidio de $ 14 por litro). El supergás a granel es utilizado, en general, por la industria avícola y también por graneleras para secar granos.
Esa política tarifaria implica un subsidio de unos US$ 125 millones por año, que Ancap traslada sobre la tarifas de naftas y gasoil.
En un escenario hipotético que presentó el ente, se simuló la posibilidad de eliminar la totalidad del subsidio para el 30% de la población de mayores ingresos y el 100% del subsidio a granel, algo que aún dejaría una subvención de US$ 77 millones. Eso implicaría dejar un factor x (sobrecosto) de $ 1,82 que los consumidores de gasoil y nafta deberían seguir pagando con cada litro que carguen en un surtidor.
Las autoridades consideran que si se envían señales de precios (más caros) es factible que una parte de la demanda pueda trasladarse a otras fuentes de energía, mientras que ven poco probable que esos recursos —para cortar con el 100% de ese subsidio— puedan salir de Rentas Generales o de nuevos impuestos. La mitad del volumen de supergás que se consume en Uruguay es importado.
Las autoridades de Ancap informaron que al menos siete empresas han mostrado interés en el data room técnico que se lanzó el pasado 15 de noviembre para una asociación integral en el negocio de cemento y cal. El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, informó que está previsto lanzar el proceso competitivo durante el tercer trimestre de 2022 y la elección del potencial socio durante el cierre del próximo año.
La asociación comenzaría a funcionar durante el primer semestre de 2023. Las autoridades apuestan a mantener las dos plantas de cemento y la de cal en funcionamiento y que el privado contrate el personal de Ancap y sus operarios tercerizados.
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