Fútbol > EL ADIÓS DEL CEBOLLA
El Cebolla Rodríguez se retira del fútbol y recibió un saludo especial
Cristian "Cebolla" Rodríguez, exjugador de Peñarol y de la selección uruguaya entre otros, se retira del fútbol, según pudo saber Referí.
El volante de 37 años, quedó libre de Plaza Colonia, su último club en el fútbol profesional.
"A nosotros (los jugadores de Plaza) nos comunicó la decisión hace unos días", informó a Referí este lunes su excompañero en ese club y en la celeste, Álvaro "Flaco" Fernández.
El Flaco le dedidó un tuit este lunes.
"Se retira un clase A, lo sufrí de niño en el baby fútbol y lo disfrute de compañero. Salud campeón y lo mejor en lo que venga.@Cebo_Rodriguez", escribió Fernández en Twitter.
El futbolista debutó oficialmente con Peñarol en 2002.
En una tarde de lluvia y que los presididos entonces por José Pedro Damiani no cobraron entrada ante Villa Española y el Estadio Centenario se llenó con más de 50 mil personas que llevaron un juguete o un alimento no perecedero, Gregorio Pérez lo hizo debutar en el segundo tiempo.
El 9 de julio de 2005 luego de brindar una conferencia de prensa en la Mutual que ya presidía Enrique Saravia, Carlos Bueno y Cristian Rodríguez se fueron sin el permiso de Peñarol, pero con la anuencia de su representante, Francisco Casal, hacia Francia para defender a Paris Saint-Germain.
"Estamos cansados de todo lo que pasó, hemos sufrido demasiado, no aguantamos más la situación (...). Estamos tranquilos y conscientes de lo que hacemos y por eso nos vamos", dijo Bueno en la Mutual en la mañana del día en que se fueron. Y agregó: "Estuvimos cuatro meses parados porque elegimos lo que debíamos elegir, porque acá nunca se valoró a los jugadores del club y siempre se los tuvo mal; a nosotros nos dejaban de lado y valoraban a los que venían de paso y yo me harté de eso porque siempre los que quedamos llorando y sufriendo por Peñarol éramos nosotros y los demás se llevaban toda la plata".
Cristian Rodríguez también habló en aquella conferencia de un sábado a la mañana: "No es un tema económico, sino que creo que si hubieran ofrecido varios millones de dólares más, Damiani tampoco nos vendía. Somos rehenes".
En el club parisino no anduvo. Sin embargo, Juan Ramón Carrasco lo citó para la selección uruguaya con la que debutó en un triunfo 2-0 sobre México en un amistoso en octubre de 2003.
Con el paso de los años, tuvo un gran desempeño en Europa en los clubes Benfica y Porto de Portugal, y Atlético de Madrid de España, sobre todo.
Eso llevó a que el Maestro Óscar Tabárez se fijara en él para la selección uruguaya.
Jugó varios partidos hasta que en el último de las Eliminatorias para el Mundial Sudáfrica 2010, ante Argentina dirigida por Diego Maradona, fue expulsado terminado el encuentro por una agresión a un rival tras caer 1-0 y que el rival clasificara a dicha Copa del Mundo.
Eso le costó que Tabárez no lo tuviera en cuenta para dicho Mundial en el que Uruguay terminó en la cuarta posición.
Sin embargo, un año después, el Cebolla Rodríguez se consagró campeón de la Copa América 2011 jugada en Argentina, en la que disputó dos encuentros.
Más allá de que se había ido mal de Peñarol en 2005, nunca ocultó su amor por los carboneros.
Por eso se dio su retorno en enero de 2017 con Juan Pedro Damiani como presidente, justo el hijo del contador Damiani a quien él mismo le había dado la espalda y no le había dejado ningún dinero a los mirasoles cuando se fue con Bueno a Francia.
En junio de ese año, seis meses después de haber retornado, dijo: “Me encantaría que volviera Carlos (Bueno) porque está haciendo mucho para venir al club, lo quiere mucho, sería alguien importante. Está pensando en el final de la carrera, tiene experiencia y ojalá le puedan abrir las puertas”.
En ese 2017 y como capitán de Peñarol, jugó de forma notable para conseguir el Campeonato Uruguayo.
Además, fue elegido en la encuesta Fútbolx100 de El Observador como el Mejor Jugador del torneo.
Ganó posteriormente la primera edición de la Supercopa Uruguaya y luego el bicampeonato uruguayo en 2018.
La pasión del hincha para con el había vuelto con los títulos. El rencor de algunos había quedado atrás.
Pero en 2019 volvieron las lesiones que tanto le habían aquejado en Independiente de Avellaneda (antes de regresar a Peñarol).
Se perdió 20 partidos, incluyendo las finales del Uruguayo y su rendimiento bajó sensiblemente.
Pudo estar en el clásico del Apertura que terminó 1-1 con un gol suyo en contra y justo se venía el partido con Fénix en el Capurro en el que Peñarol podía ser campeón.
Pero en esa semana surgieron unos audios que lo incriminaron en mentiras sobre su vida privada y su rendimiento futbolístico.
Por eso pidió para poder explicar la situación en la primera conferencia de prensa que se dio en Los Aromos, previo a poder dar la vuelta ante Fénix.
“Esto del fútbol es así, lamentablemente la memoria es corta, por ahí hacés 20 partidos bien y está todo bárbaro, hacés uno o dos partidos mal y empiezan las críticas. Pero por una crítica no voy a abandonar. Yo no abandono. Hasta que se me termine el contrato o si me quieren echar, que me echen. Pero yo no me voy a echar atrás por cinco críticas”, dijo ese día, además de añadir que "hay mucha maldad en la sociedad", con relación a esos audios.
Algo similar que el pedido que había tenido de que hubiera querido que regresara Carlos Bueno sucedió con Lucas Viatri. En enero de 2019 pidió para que lo recontrataran. Viatri había vuelto en julio de 2018 tras ocho meses, luego de su lesión en el ojo producida en la Nochebuena de 2017. Algunos directivos entendían que no había rendido y otros que sí. “Lo quiero siempre en mi equipo”, escribió en Instagram con una foto de Viatri.
Ya en febrero de 2019, impulsó –junto con Gargano– la contratación de Maximiliano Pereira, aunque sin éxito.
Las lesiones siguieron apareciendo y preocupando a cuerpo técnico y directivos del club.
Cuando en setiembre de 2019 se perdió el clásico 3-0, rompió un vidrio del vestuario y tuvieron que operarle la mano.
Tuvo que pedir disculpas dos veces por sus actitudes con los hinchas. El 20 de octubre pasado, le anotó a Boston River, y los hinchas lo criticaron por haber saludado exclusivamente a la barra de los bombos y las banderas que justo había vuelto ese domingo en la Tribuna Cataldi. Al otro día, dijo que quiere igual a todos los peñarolenses.
Ya en 2020 y luego del inicio de la pandemia, con el correr de los meses, el consejo directivo recibió un informe de que estaba excedido de peso en cinco kilos y que volvió a entrenar con un desgarro.
Los dirigentes evaluaron sancionarlo, pero no lo hicieron.
Poco antes del comienzo del encuentroante Cerro, Cristian Rodríguez subió un mensaje en su cuenta de Instagram.
“Aún me quedan muchísimas ganas e ilusión. Sé que muchos perdieron la fe en mí, el cariño y el respeto”, escribió el capitán aurinegro.
Y luego agregó: “Y más allá de todo nadie me va a robar mi sueño. Los que me conocen saben quién soy. Que sea contra todos no me importa; siempre carbonero”.
Todo llevaba a la desepedida del club.
Con la administración de Ignacio Ruglio, no se le extendió el contrato y el 7 de abril de 2021 recibió el adiós de parte de Peñarol, tras 193 partidos oficiales y 46 goles.
Meses después, el propio Ruglio admitió que llegó a un acuerdo con el Cebolla para pagarle una deuda muy importante que tenía el club con él, en cuatro cuotas.
Así fue contratado por Plaza Colonia con el que ganó el Torneo Apertura 2021 y ahora quedó libre.
Este lunes, finalmente, se confirmó de manera oficial que Cristian Rodríguez deja el fútbol. Continuará su vida en El Chinchongo, su casa ya histórica de Juan Lacaze en la que es feliz con su familia y rodeado de caballos.
