Olivera fue cesado en 2018 por Bonomi y volvió en 2020 de la mano de Larrañaga

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El cese anterior del jefe de Policía de Cerro Largo, la defensa de Heber y la respuesta de Bonomi

Bonomi lo había cesado en 2018 por "irregularidades" y Larrañaga lo volvió a designar a comienzos de su gestión
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18 de noviembre de 2021 a las 12:04

La salida de José Adán Olivera como jefe de Policía de Cerro Largo luego que un efectivo de su jefatura fuera imputado por contrabandear materiales para el Estadio Ubilla de Cerro Largo trajo repercusiones tanto en las actuales como en las pasadas autoridades policiales.

Mientras que el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, sostuvo que Olivera era de los jefes de Policía que habían "tenido mejores resultados en todo el país en el combate al delito" el exministro Eduardo Bonomi, que lo había cesado en 2018, agregó que no le sorprendía lo que pasó dado que, según él, el gobierno tuvo en cuenta la "orientación política" de los policías y no sus capacidades.

El cese de Olivera en 2018 se dio por "irregularidades", sostuvo Bonomi a Telemundo el pasado miércoles. Ese año, al momento de cesarlo, explicó que habían aumentando los casos de contrabando y que ese fue el motivo de su cese.

"En Río Branco en un primer momento hubo mucho decomiso de drogas; después no, ni de drogas ni de contrabando y se reprodujo el abigeato. Lo mismo en Aceguá. Y muchos de los cargamentos que entraban al país se los detenía en Lavalleja y Treinta y Tres, pero había pasado por Río Branco", señaló en conferencia de prensa en aquel entonces. 

Bonomi respaldó este miércoles aquella decisión. "Se puso al jefe de Policía que estaba en Rivera, Wilfredo Rodríguez y comprobamos que muchas de las cosas que estaban pasando dejaron de suceder", dijo a Telemundo.

Cuando Olivera fue cesado en 2018, la decisión no cayó bien en las autoridades locales. En su último día, el entonces intendente, Sergio Botana, fue a despedirlo junto a casi 300 personas a la puerta de la Jefatura. "A mí lo que no me gustó fue la señal que se dio, teníamos una policía que mantenía buenos niveles de seguridad, que combatía el delito y bajaba los niveles de inseguridad de manera permanente. Uno pensaría que una gestión como la de Olivera debería ser premiada con un ascenso, por ejemplo, pero no: se recibe la sanción de la destitución lisa y llana", dijo a El Observador en aquel momento.

El propio Olivera señaló al momento de su cese a El Observador que no entendía las razones. "El propio ministro nos pidió que apuntáramos a las bocas, al menudeo de la droga. Y cerrábamos 30 o 40 bocas por año. De los 250 procesados por narcotráfico de estos años, más de 200 fueron por la venta local. Y cada vez que se procesaba a una de esas personas, se cerraba una boca, que son receptáculos de todo lo que se roba", agregó.

A su vez, también se había cuestionado a Bonomi por cesarlo por orientaciones políticas, dada la cercanía política de Olivera con Botana. El exministro lo desmintió en aquel entonces. "Nada más lejos de la realidad, nosotros ni siquiera sabemos lo que votan los jefes de Policía".

Esas orientaciones políticas son las que ahora marca Bonomi, que afirmó que el gobierno actual se guió por las filiaciones y no por las capacidades de los policías para nombrar a los nuevos jefes. "La coalición repuso a las autoridades que nosotros habíamos cambiado y yo creo que abrieron la puerta a todo lo que pasaba antes así que no me extraña lo que pasó", señaló.

"No me extraña y muestra que hubo apresuramiento en el no tener en cuenta los mejores policías sino la orientación política que es la peor forma de perder la profesionalidad", afirmó.

Olivera volvió al cargo a comienzos de 2020, nombrado por quién asumiría como ministro del Interior, Jorge Larrañaga. 

El caso que provocó su renuncia ahora fue porque efectivos del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) detuvieron el 28 de octubre en Aceguá a un camión que trasladaba una alfombra de drenaje y otros materiales que serían destinados al estadio departamental Antonio Ubilla. Además del policía, viajaba una mujer y Javier Silveira, funcionario de una ONG que tiene vinculación con la Intendencia de Cerro Largo y que trabajó en la candidatura del intendente, José Yurramendi.

También es funcionario de OSE. Los dos hombres fueron imputados y Olivera está siendo indagado por la fiscalía de Cerro Largo por omisión, puesto que no ordenó detener el camión que traía el contrabando. 

Cuando los efectivos consultaron a los jerarcas, se excusaron en que la intendencia había hecho los trámites correspondientes y les dejaron seguir la marcha. Pero fueron detenidos este martes. En una reunión con el ministro Luis Alberto Heber en Montevideo, el jefe Olivera presentó su renuncia para no "involucrar" a la cartera en los hechos. 

Heber respaldó su gestión, tal como había hecho Botana en 2018. "Ha tenido operativos realmente importantes y ha bajado la rapiña, el hurto, el homicidio y el abigeato. No ha tenido ningún reproche", afirmó a Telemundo y agregó: "Esta renuncia la hizo el jefe motivado por dejar al Ministerio del Interior afuera de una investigación que está realizando la fiscal, lo que de alguna manera demuestra una actitud de lealtad con el ministerio, con el gobierno y con la Policía."

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