La Antártida será el nuevo salón de clases para 16 estudiantes de grado de
Facultad de Ciencias (Fcien) de la Universidad de la República (Udelar), que el próximo martes viajarán rumbo a la Isla Rey Jorge, donde se encuentra la base uruguaya. Serán los primeros alumnos de la Escuela de Verano de Introducción a la Investigación Antártica, un proyecto sin precedentes que resultó de un convenio entre Fcien y el
Instituto Antártico Uruguayo (IAU).
La delegación, conformada por ocho docentes e investigadores, y estudiantes de las licenciaturas de Biología, Bioquímica, Recursos Naturales, Biología Humana y Geología, partirá desde Montevideo el martes, según lo previsto.
La experiencia estaba en los planes de 53 estudiantes -quienes se postularon al llamado- pero solo 16 subirán
al avión Hércules C-130 la semana que viene, luego de que sus proyectos fueran seleccionados.
Finalmente, se eligieron estudiantes que llevarán a cabo investigaciones en cinco áreas, que ya se están desarrollando en la Antártida: ecosistemas acuáticos antárticos, invertebrados polares,
evolución climática de la Antártida, bioquímica de
microorganismos y ritmos circadianos. Esta última convierte a los investigadores en investigados.
Es que los estudiantes serán los sujetos experimentales de un estudio que analizará el impacto del cambio al medioambiente antártico a nivel fisiológico. Por ejemplo, la larga duración del día de esta época del año, donde anochece a eso de las 23 horas y amanece apenas cuatro horas después.
Con ese objetivo, lso alumnos, de entre 21 y 25 años, llevan desde el 22 de enero un diario de ciclos sueño-vigilia cada uno.
Patxi Jaso es uno de ellos. El joven de 24 años será el encargado de documentar el viaje con foto y video (de hecho, el video de esta nota fue realizado por él) y también uno de los que aporten sus datos a la investigación, dirigida por las docentes Ana Silva y Bettina Tassino.
Para eso, desde hace unos días lleva en la muñeca un actímetro, algo “similar a un reloj” que mide el movimiento, la luz y la temperatura, contó Jaso.
Promover la ciencia
Los estudiantes ganarán créditos académicos para impulsar sus respectivas carreras, y el programa se estructurará en cinco módulos temáticos con actividades teóricas y prácticas.
Tassino aseguró que se trata de un curso de profundización de alto nivel de exigencia, además de intensivo. Se prevé que el regreso sea el 14 de febrero, por lo que los estudiantes tendrán 10 o menos días para llevar a cabo sus actividades.
La docente e investigadora recalcó además el objetivo principal de esta escuela: “Motivar e inspirar a futuros científicos”. Por eso, explicó, se eligió a estudiantes que si bien tienen “un camino andado” todavía no se han especializado. Así será más fácil que “la Antártida los cautive”, explicó.