Los mercados financieros argentinos se derrumbaron este lunes tras la abrumadora diferencia que el opositor de centroizquierda Alberto Fernández logró sobre el presidente Mauricio Macri en las primarias del domingo, que alejó la posibilidad de una reelección del mandatario en los comicios de octubre. Los mercados argentinos no registraban una caída semejante desde la grave crisis económica de fin de 2001, según datos de la plataforma Eikon de Refinitiv.
Para evitar que el dólar siga escalando desde su apertura en la mañana de este lunes, el Banco Central (BCR) subió la tasa de referencia unos 10 puntos porcentuales al 74% y realizó dos licitaciones por US$ 50 millones y fue la primera vez que vendió reservas de sus propias arcas en la gestión de Guido Sandleris al frente de la autoridad monetaria. En el mercado mayorista, la primera operación se registró casi una hora después de la apertura a 59 pesos argentinos, 14 unidades por encima del pasado viernes, para estabilizarse luego en los 60, aunque un cocktail de subastas de reservas y suba de tasas lo bajó a 55 pesos argentinos.
El BCRA subastó US$ 30 millones a cuenta y orden de Hacienda, de los US$ 60 millones diarios, pero después licitó por su cuenta US$ 50 millones de reservas, que adjudicó en su totalidad. El precio promedio fue de $ 55,43, siendo el mínimo precio adjudicado de 55. A las 14, la autoridad monetaria volvió a licitar otro bloque de US$ 50 millones de reservas. El precio promedio adjudicado se ubicó en 54,755, siendo el mínimo precio 54,500. De esta forma, la entidad que dirige Sandleris licitó US$ 100 millones de reservas, por primera vez en su gestión.
"El mercado cambiario está álgido, con poco volumen de negocios y precios que se acomodaron en 60 y obligaron al Central a salir a vender" , preció Gustavo Quintana de PR Cambios.
La recesión, la inflación de 22% en el primer semestre, una de las más altas del mundo, y la pobreza que alcanza a 32% pesaron más que el rechazo a las denuncias por corrupción contra Kirchner, con varias causas abiertas y un juicio en marcha.
Debido a la crisis económica, el gobierno de Macri pactó un programa de ajuste con el Fondo Monetario Internacional por US$ 56.000 millones con vencimientos desde 2021.
"El Presidente tendría que estar abocándose a dar tranquilidad. Los mercados advierten que el gobierno se metió en un escenario en donde no puede dar respuesta", dijo este lunes Fernández a Radio 10.
Otros miembros del frente opositor pidieron responsabilidad al gobierno.
"Estamos empezando una nueva etapa, esperamos que el gobierno actúe con responsabilidad de acá a diciembre" cuando deba asumir el nuevo gobierno, dijo Axel Kicillof, candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos que encabezan Fernández y Kirchner.
Kicillof, exministro de Economía de Kirchner, arrasó en el distrito más poblado del país, donde consiguió el 49% de los votos frente al 32% de María Eugenia Vidal, actual gobernadora y principal espada política de Macri. El gobierno atraviesa "su peor crisis política", dijo el analista político Sergio Berensztein.
"Lo electoral ha pasado a tercer plano. Fue contundente la reacción de los mercados. Hoy todos los argentinos son más pobres, es el comienzo de un ajuste caótico que puede ser el fin", apuntó.
Para el analista político Carlos Fara, el resultado dejó de manifiesto "que el gobierno perdió el apoyo de sectores clave de la sociedad".
"El voto mostró una insatisfacción profunda con la situación económica, la angustia en la sociedad que sintió que el gobierno se había desconectado de la realidad y no estuvo a la altura para enfrentar los problemas", dijo a la AFP.
El analista Rosendo Fraga sostuvo que las primarias fueron "un cachetazo de realidad al marketing político" de Macri que "quedó con bajísimas expectativas para octubre".
"Es necesario un acuerdo de gobernabilidad. La gobernabilidad hoy en realidad es más importante que la campaña electoral. Cualquier alternativa de recuperar la confianza sólo en el marco del oficialismo, no alcanzará", dijo.
- "Ni grieta ni venganza" -"Conmigo la grieta (la feroz división política de los argentinos) se terminó para siempre y la venganza también", aseguró Fernández cuando supo los resultados.
Fernández fue jefe de gabinete del ya fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y luego de Cristina durante 2008, su primer año de gobierno.
Con ella rompió y se convirtió en feroz crítico, hasta la reconciliación diez años después.
El Cronista/AFP
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