La escena en la isla de la Cité en la mañana de este martes era acongojante. La catedral de Notre Dame cubierta de ceniza, tiznada, quemada. Todo lo perdido quedó a la vista. Pero en medio de ese panorama profundamente triste se abría paso la imagen de la esperanza: los campanarios y el gran rosetón habían sobrevivido al fuego.
Toda la noche trabajaron los bomberos para lograr extinguir las llamas que en la tarde del lunes consumieron gran parte de uno de los íconos culturales de París.
“Ayer pensábamos que se derrumbaría la catedral completa. Pero esta mañana sigue erguida y valiente, pese a todo. Es una señal de esperanza”, dijo la hermana Marie Aimee, una monja que se trasladó apresuradamente a una iglesia cercana para rezar mientras se extendían las llamas.
Otra de las luces de esperanza la dio el presidente francés, Emmanuel Macron en la tarde del martes. El proceso de reconstrucción llevará unos cinco años, y no décadas como había empezado a pronosticarse. "El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca y que siempre tendremos pruebas que superar", advirtió a la población francesa en un mensaje televisado.
Un hecho que los franceses también reciben como una buena nueva es que no se encontraron por el momento indicios de que el incendio haya sido intencional. Si bien hay una investigación en curso, el fiscal público de París, Remy Heitz, indicó que no hay elementos para pensar en algo provocado.
De todas formas, la empresa que realizaba los trabajos de renovación que se estaban haciendo en la catedral, y que se estima que a raíz de ellos comenzó el fuego, advirtió que en el momento del incendio no había personal trabajando pero que colaborará con la investigación.
Para poder comenzar la investigación, de todas formas, es necesario que los expertos evalúen si los muros aguantaron bien el calor y la estructura es estable.
Esta no es la primera vez que Notre Dame debe ser reconstruida. Pero ahora el dinero parece aparecer rápidamente. Las llamas no se habían extinguido y ya varios multimillonarios habían anunciado que donarían parte de sus fortunas. Entre empresas y autoridades ya hay comprometidos más de 700 millones de euros para la reconstrucción, incluidos 500 millones de tres familias que poseen los gigantescos imperios del lujo en Francia: Kering, LVMH (Louis Vuitton) y L’Oreal.
Por el momento el Vaticano no ha ofrecido ayuda económica para reconstruir la catedral. El presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, explicó que la Santa Sede aún no ha estudiado su posible colaboración pero adelantó que podría ofrecer sobre todo apoyo técnico por su experiencia en restauraciones en el Museo Vaticano.
Las barbas en remojo
El incendio en Notre Dame abrió los ojos al gobierno español, que anunció que revisará la seguridad de las instalaciones eléctricas de sus monumentos como "consecuencia evidente" de lo ocurrido.
"Evidentemente esto es un alerta y se pondrá en marcha una revisión de todas las instalaciones" de los grandes monumentos, indicó el ministro de Cultura, José Guirao a la radio pública RNE.
"Los peligros son siempre las instalaciones eléctricas antiguas que hay que revisar", señaló el ministro, quien de todas maneras afirmó que en España "en general las instalaciones de los grandes monumentos son seguras".
El Observador con Reuters, AFP y EFE
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