Los diplomáticos del Servicio Exterior no pueden hacer política partidaria. Cuál es el alcance y los límites de esa máxima es difícil de saber, y en el mundo de la militancia virtual la neblina se puede interponer ante un diagnóstico certero de casos específicos. Cada quien podrá tener su corazón político pero los profesionales de la cancillería son una clase de ciudadanos sometidos a un estricto régimen de independencia del poder político.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá