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El escenario que se verá en Argentina desde el 10 de diciembre
Emilio Cárdenas habló con El Observador sobre los principales desafíos que enfrentará el próximo presidente
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21 de noviembre de 2015 a las 05:00
Emilio Cárdenas fue embajador de Argentina ante Naciones Unidas y luego desempeñó otros cargos en ese organismo. Abogado, con un máster en derecho comparado por la Universidad de Michigan y con dos posgrados en Princeton y en Berkeley, escribe con frecuencia en La Nación. Invitado por Hughes & Hughes Abogados, el jueves disertó sobre “Hacia dónde va Argentina - su impacto en la región”. Dio por hecho un triunfo de Mauricio Macri en el balotaje presidencial de mañana y por eso la entrevista se centra en el escenario que quedará en el país vecino a partir del 10 de diciembre, cuando asuma.
¿Gana Macri? ¿Se puede creer en las encuestas?
Creo que sí, pese a lo que pasó en las primarias, cuando los sondeos daban ocho puntos de distancia y la diferencia real fue de más de 12. Cuando se acumulan más de una docena de encuestas puede ser que el resultado no sea el promedio de ellas, pero si todas sugieren que el ganador va a ser Macri, la probabilidad es grande. A esto se suma cómo reaccionó la gente al debate de los dos candidatos. Si uno mira esas encuestas, son mucho más terminantes. Si bien nadie puede descartar las sorpresas, creo que son altamente improbables.
En el caso de que gane Macri, ¿se puede gobernar sin ser peronista, sin tener a los sindicatos como aliados?
Macri tiene a más sindicatos de su lado que los que tiene el oficialista Daniel Scioli. El peronismo sindical está divido y el hombre que más claramente lo expresa es Hugo Moyano. Su última frase, el miércoles, fue “no puedo votar a Scioli”. No dijo que va a votar a Macri, pero aseguró que no está con Scioli. Desde hace tiempo que gira alrededor de Macri, discute con él, analizan cosas juntos. Tengo la sensación de que va a seguir siendo una relación importante, de que ese será uno de los vínculos de mayor peso en la conversación entre el sindicalismo y las autoridades nacionales. Por otra parte, la presidenta Cristina Fernández no tenía el apoyo gremial sindical, tenía un pedacito.
¿Y qué pasará en la relación con el Parlamento?
Macri no va a tener control del Senado. En Diputados, puede tener el control si se alía con Sergio Massa, del Frente Renovador. En esa cámara el oficialista Frente para la Victoria no tiene ni cuórum.
Hay que ver qué pasa con el peronismo, esa asociación amorfa que gira en dirección del viento, sea de izquierda, derecha o centro. Tengo el presentimiento de que con el ocaso de los Kirchner aparecerán nuevos líderes que acompañarán la gobernabilidad. Uno es Massa, ciertamente. Otro caso es Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta. Él se separó de la campaña tan pronto como Scioli lo convocó. Empezó a decir lo que él piensa y por eso se bajó del tren de Scioli. Hoy es nítida su figura política como líder de un peronismo que es distinto.
¿Cómo será para Macri desarmar el aparato kirchnerista, tras 12 años en el poder y con leyes y designaciones de último momento?
Macri no va a hacer nada apurado. Dice que todos van a asumir sus responsabilidades judiciales, esto es un anuncio de lo que hará. No veo sus 100 primeros días con una desarmada de estos abusos de los últimos tiempos a nivel provincial, municipal y nacional. Quizás paulatinamente lo va a ir haciendo.
Macri no es un hombre vengativo. Cuando lo ocurrido realmente genere peligro institucional, va a salir al cruce y lo va a desarmar. De lo contrario, creo que le va a dar a la gente una chance de adaptarse al cambio. La gran pregunta es si personajes como son los de La Cámpora tienen la apertura mental necesaria como para jugar un partido a favor del país y no en contra.
Todos los organismos de súper control creados para alimentar aliados y causar daño van a desaparecer.
¿Si gana Scioli también hay fin de ciclo?
No veo fin de ciclo. Sí habrá una modificación del rumbo peronista. Veo que la izquierda dentro del peronismo va a perder influencia relativa. Scioli es más Menem que Kirchner. Es más derecha que izquierda. No lo puede decir, pero es así.
¿Seguirán en escena Aníbal Fernández y La Cámpora?
Todos ellos tienen un pie en el purgatorio. Van a tener un poco de inercia. No van a desaparecer de la noche a la mañana, pero cada vez tendrán menos peso político interno en el partido. Aníbal Fernández perdió hasta Quilmes, lo poquito que él es. Le va a pasar lo mismo en el partido.
¿Gana Macri? ¿Se puede creer en las encuestas?
Creo que sí, pese a lo que pasó en las primarias, cuando los sondeos daban ocho puntos de distancia y la diferencia real fue de más de 12. Cuando se acumulan más de una docena de encuestas puede ser que el resultado no sea el promedio de ellas, pero si todas sugieren que el ganador va a ser Macri, la probabilidad es grande. A esto se suma cómo reaccionó la gente al debate de los dos candidatos. Si uno mira esas encuestas, son mucho más terminantes. Si bien nadie puede descartar las sorpresas, creo que son altamente improbables.
En el caso de que gane Macri, ¿se puede gobernar sin ser peronista, sin tener a los sindicatos como aliados?
Macri tiene a más sindicatos de su lado que los que tiene el oficialista Daniel Scioli. El peronismo sindical está divido y el hombre que más claramente lo expresa es Hugo Moyano. Su última frase, el miércoles, fue “no puedo votar a Scioli”. No dijo que va a votar a Macri, pero aseguró que no está con Scioli. Desde hace tiempo que gira alrededor de Macri, discute con él, analizan cosas juntos. Tengo la sensación de que va a seguir siendo una relación importante, de que ese será uno de los vínculos de mayor peso en la conversación entre el sindicalismo y las autoridades nacionales. Por otra parte, la presidenta Cristina Fernández no tenía el apoyo gremial sindical, tenía un pedacito.
¿Y qué pasará en la relación con el Parlamento?
Macri no va a tener control del Senado. En Diputados, puede tener el control si se alía con Sergio Massa, del Frente Renovador. En esa cámara el oficialista Frente para la Victoria no tiene ni cuórum.
Hay que ver qué pasa con el peronismo, esa asociación amorfa que gira en dirección del viento, sea de izquierda, derecha o centro. Tengo el presentimiento de que con el ocaso de los Kirchner aparecerán nuevos líderes que acompañarán la gobernabilidad. Uno es Massa, ciertamente. Otro caso es Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta. Él se separó de la campaña tan pronto como Scioli lo convocó. Empezó a decir lo que él piensa y por eso se bajó del tren de Scioli. Hoy es nítida su figura política como líder de un peronismo que es distinto.
¿Cómo será para Macri desarmar el aparato kirchnerista, tras 12 años en el poder y con leyes y designaciones de último momento?
Macri no va a hacer nada apurado. Dice que todos van a asumir sus responsabilidades judiciales, esto es un anuncio de lo que hará. No veo sus 100 primeros días con una desarmada de estos abusos de los últimos tiempos a nivel provincial, municipal y nacional. Quizás paulatinamente lo va a ir haciendo.
Macri no es un hombre vengativo. Cuando lo ocurrido realmente genere peligro institucional, va a salir al cruce y lo va a desarmar. De lo contrario, creo que le va a dar a la gente una chance de adaptarse al cambio. La gran pregunta es si personajes como son los de La Cámpora tienen la apertura mental necesaria como para jugar un partido a favor del país y no en contra.
Todos los organismos de súper control creados para alimentar aliados y causar daño van a desaparecer.
¿Si gana Scioli también hay fin de ciclo?
No veo fin de ciclo. Sí habrá una modificación del rumbo peronista. Veo que la izquierda dentro del peronismo va a perder influencia relativa. Scioli es más Menem que Kirchner. Es más derecha que izquierda. No lo puede decir, pero es así.
¿Seguirán en escena Aníbal Fernández y La Cámpora?
Todos ellos tienen un pie en el purgatorio. Van a tener un poco de inercia. No van a desaparecer de la noche a la mañana, pero cada vez tendrán menos peso político interno en el partido. Aníbal Fernández perdió hasta Quilmes, lo poquito que él es. Le va a pasar lo mismo en el partido.
