Archivo. Líderes mundiales en la reunión del G7; 27 de junio de 2022

Mundo > COP27

El financiamiento de la lucha contra el cambio climático sube más la temperatura que el calentamiento global

El objetivo de financiación climática mundial está fijado en US$ 100.000 millones anuales, y es uno de los temas que se evaluarán en la cumbre. Fuente independientes señalan que los países ricos inflan las cifras de su “ayuda”
Tiempo de lectura: -'
07 de noviembre de 2022 a las 08:27

Un centenar de líderes mundiales se reúnen este lunes en Egipto en la Cumbre sobre el Clima COP27, bajo presión para mejorar la financiación de los países más vulnerables, devastados por los efectos del calentamiento.

El anfitrión y presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dirigirán a los líderes a dos días de cumbre en Sharm el Sheij, donde estarán mandatarios latinoamericanos como el colombiano Gustavo Petro y el venezolano Nicolás Maduro y europeos como el francés Emmanuel Macron o el alemán Olaf Scholz.

En cambio estará ausente Xi Jinping, el presidente de China, que es de lejos el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero. El segundo mayor emisor es Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, viajará a Egipto el 11 de noviembre, tres días después de las elecciones de medio mandato.

"Estados Unidos y China deben responder" al desafío climático ya que los europeos son "los únicos que pagan", declaró Macron en un encuentro con jóvenes, antes del plenario.

Hace semanas, una investigación de la coalición internacional contra la pobreza Oxfam reveló que la mayoría de los países centrales –y ricos– aplica prácticas de contabilidad engañosas para exagerar la financiación para la lucha contra el cambio climático que aportan a los países en desarrollo. En otras palabras, inflan las cifras o, para decirlo de manera llana, mienten.

El objetivo de financiación climática mundial está fijado en US$ 100.000 millones anuales, y es uno de los temas que se evaluarán en la cumbre.

La COP27, que continuará tras la cumbre hasta el viernes 18, arrancó con la aprobación de una agenda que incluye un espinoso tema que en los últimos años enfrentó a los países más desarrollados con los países pobres: la cuestión de los daños y pérdidas.

Tras un intenso forcejeo negociador, los países debatirán la creación de un fondo específico para paliar los efectos de sequías, inundaciones y fenómenos meteorológicos extremos.

No se trata de indemnizar a los países pobres, insisten las naciones industrializadas, que son las que históricamente han emitido masivamente los gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático.

La mayoría de los países miembros de la COP, agrupados en el denominado G77, liderado actualmente por Pakistán, consideran en cambio que sí cabe hablar de compensaciones, y que hay que entregarlas lo antes posible.

Pero que se vaya a hablar de "daños y pérdidas" en Sharm el-Sheij no significa que vaya a crearse ese fondo. Los países tienen aún dos años para seguir negociando.

La desconfianza reina entre los países más desarrollados y los más vulnerables, máxime cuando los primeros siguen sin cumplir con el objetivo de movilizar en favor de los segundos US$ 100.000 anuales para ayudarlos a recortar sus emisiones y también a adaptarse a los efectos del cambio climático.

Según los datos recabados por Oxfam, durante 2020 el valor real de la financiación climática proporcionada a países en desarrollo se situó entre US$ 21 mil y US$ 24.500 millones, frente a la cifra de US$ 68.300 millones que los países ricos declararon aportar en concepto de financiación pública.

A la cuestión financiera se suma la preocupación primera de recortar las emisiones de gases causantes del efecto invernadero, en un contexto revolucionado por la crisis del suministro energético en Europa, a causa de la invasión rusa de Ucrania, y el auge renovado del gas.

Desde el año pasado, menos de 30 países reforzaron sus objetivos de reducción de emisiones, a pesar del compromiso común de los casi 200 miembros de la COP.

Con todos los indicadores climáticos en rojo --emisiones récord en 2021, concentración de CO2 en la atmósfera, subida del nivel de los océanos, récord de temperatura en los últimos ocho años--, la cumbre se anuncia como un delicado ejercicio de equilibrismo entre la exigencia de recortar emisiones, y el argumento de países en desarrollo de que los más industrializados no les pueden negar el derecho a explotar ahora sus hidrocarburos.

El tiempo apremia cada vez más, ya que según las recientes previsiones de la ONU el calentamiento podría alcanzar +2,4 °C hacia el año 2100 e incluso +2,8 °C si se mantiene la trayectoria actual.

Unos niveles muy superiores a los +1,5 °C que preconiza el Acuerdo de París de 2015, y que sigue vigente pese a que la temperatura ha subido ya en 1,2 °C respecto a la era preindustrial.

(Con información de agencias)

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...