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El G7 trata de evitar que Rusia se abastezca de armas de otros países
La reunión del G7 está pautada para llevarse a cabo en la ciudad japonesa de Hiroshima entre el 19 y el 21 de mayo. Antes de la cumbre, a la que asistirán los jefes de Estado de los Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña y del propio Japón, se realizan encuentros previos sobre temas claves como ambiente, energía y también sobre la guerra de Ucrania.
Sobre el conflicto armado, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 acordaron intensificar la cooperación para impedir que Rusia eluda las sanciones económicas y se abastezca de armamento a través de otros países. Pusieron énfasis en Irán por la asistencia que significan los aviones no tripulados provistos por ese país.
En una muestra de apoyo a Ucrania, los diplomáticos, reunidos en la ciudad de Karuizawa, decidieron “intensificar, coordinar plenamente y hacer cumplir” las medidas contra Rusia, según comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés.
Los miembros del G7 impusieron sanciones contra países que permiten la evasión de las sanciones contra Moscú. Sin embargo, hay diferencias normativas y políticas entre los miembros de la Unión Europea (UE) que integran ese grupo de países poderosos y los Estados Unidos.
Washington presiona para que se imponga una prohibición total de las exportaciones a Rusia. En cambio, la UE se muestra más partidaria de ir paso a paso y prefiere disuadir a los países que ayudan a Rusia a evadir las restricciones.
Desde la Casa Blanca, y antes de la reunión de Hiroshima, buscan un veto total a las exportaciones a Rusia, con excepciones en los productos agrícolas y farmacéuticos, según la agencia Bloomberg.
La UE no tiene mecanismos para sancionar a los países terceros que ayudan indirectamente a Rusia a importar productos occidentales, aunque lo podrían implementar los Estados miembros. El bloque comunitario tiene previsto un nuevo paquete de sanciones contra Moscú para antes de la reunión de Hiroshima.
Los ministros del G7 en Karuizawa “acordaron reforzar la coordinación para prevenir y responder a la evasión de las sanciones, así como el suministro de armas de terceros a Rusia”, según el comunicado del ministerio japonés.
En concreto se refirieron a Irán y exhortaron a Teherán que suspendiera su apoyo a las fuerzas armadas rusas, especialmente por la provisión de aviones no tripulados. También condenaron el anuncio de Vladimir Putin respecto de desplegar armas nucleares tácticas en su aliado Bielorrusia.
La reunión de Hiroshima será un foro donde, además de las sanciones, habrá espacio para los tímidos diálogos para intentar lograr la paz en Ucrania. El primer ministro de Japón, Fumio Kishida invitó a la cumbre al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se mostró muy activo tras dialogar con el mandatario chino Xi Jinping. De hecho, Kishida habló telefónicamente con Lula la semana anterior de ese viaje.
En Hiroshima también estarán el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky y el surcoreano, Yoon Suk-yeol, quien la semana pasada tuvo una bilateral en Washington con Joe Biden y acordaron fortalecer sus lazos militares. También es probable que estén en Japón entre el 19 y el 21 de este mes el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente indonesio, Joko Widodo.
Si bien el G7 es un foro que no toma decisiones, sus integrantes representan casi el 50% del PIB mundial. Sus orígenes se remontan a marzo de 1973, cuando se reunieron los ministros de finanzas de la entonces Alemania Occidental, los Estados Unidos, Francia, Japón y Reino Unido. Hubo sucesivas reuniones hasta que, en 1998, ya colapsada la Unión Soviética, se integró a Rusia a ese grupo de naciones y se lo denominó G8.
Sin embargo, en marzo de 2014, Rusia fue excluida por haber sumado a Crimea a su territorio en el marco de la crisis desatada en Ucrania. Los otros miembros del grupo, reunidos en La Haya, Países Bajos, decidieron en ese momento excluir a Rusia.
Desde entonces, las tensiones aumentaron, pero sin conflicto bélico como sí sucedió desde el 22 de febrero de 2022. En este nuevo escenario es que el G7 quiere mostrar firmeza contra Moscú.
El ministro japonés de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi, que presidió la reunión de diplomáticos, dijo: “Rechazaremos con firmeza cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza, incluida la agresión de Rusia contra Ucrania, así como su amenaza de utilizar armas nucleares”.
Hayashi también subrayó la importancia de que el G7 refuerce la colaboración con otros países del Sur Global, muchos de los cuales, como la India, adoptaron una posición neutral respecto al conflicto de Ucrania y se abstuvieron de imponer medidas punitivas a Moscú.
La guerra afecta la economía global. Salvo China, cuyo PIB creció al 4,5% en el primer trimestre del año, los países desarrollados occidentales lo hacen a muy bajo ritmo y afrontan tasas de interés altas que frenan la producción.
A su vez, Rusia es uno de los mayores exportadores mundiales de cereales, petróleo y gas, y Ucrania es un importante productor de trigo y maíz, por lo tanto, la necesidad de encontrar un camino al conflicto es también de orden económico y comercial.
