Mundo > COLOMBIA
El gobierno de Gustavo Petro suspendió el cese del fuego con las disidencias de las FARC
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó suspender el cese del fuego vigente con el Estado Mayor Central de las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas y Revolucionarias de Colombia (EMC-FARC) en el marco de la negociaciones de su plan de Paz Total, luego que el grupo fusilara en el departamento de Putumayo, en el suroeste del país, a cuatro jóvenes indígenas, tres de ellos menores de edad.
"El cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas", detalló el Gobierno mediante un comunicado fechado ayer y divulgado hoy por la Presidencia, según recogieron los medios locales.
El Gobierno colombiano, además, precisó la decisión se tomó teniendo en cuenta los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, al tiempo que detalló que la determinación de carácter “unilateral” se hará efectiva en las próximas 72 horas.
De esta forma, el plan de paz sufrió un tercer traspié, luego de la ruptura de las treguas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en enero, y con el cartel del Clan del Golfo, en marzo. En la actualidad, solo quedan las treguas con la Segunda Marquetalia, otra facción de disidentes liderada por el ex número dos de las FARC Iván Márquez, y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, un grupo paramilitar de la nortina Santa Marta.
Según informaron los medios colombianos, los cuatro jóvenes integrantes del pueblo murui habían sido reclutados por la fuerza y fueron ultimados cuando intentaron escapar del campamento en el que están secuestrados, hecho en el que estaría implicado el autodenominado Frente Carolina Ramírez, aliado del llamado Estado Mayor Central de las disidencias FARC.
Según la información confirmada por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), los jóvenes eran integrantes de la comunidad Guaquira y, de acuerdo con el reporte de Indepaz, el 15 de mayo lograron escapar de los hombres armados que los habían reclutado. Sin embargo, dos días después fueron recapturados para ser ultimados en el paraje de Los Estrechos, en la localidad de Solano, en la frontera con el departamento de Amazonas.
La masacre, denunciada por la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC), fue calificada por el gobierno de Petro como "un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz". "No hay justificación alguna para esta clase de crímenes", agrega el texto oficial.
Por su parte, el Frente Carolina Ramírez del EMC-FARC argumentó en un comunicado que “hubo incumplimientos por parte de las fuerzas militares”, al tiempo que advirtió que "el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total".
El Gobierno, en tanto, invitó al EMC-FARC a ratificar la participación de sus delegados en los mecanismos locales en los que sigue vigente el cese del fuego, pero también advirtió que si el cese bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población "no tiene sentido persistir en ello".
La masacre antecede al anuncio que realizaría en las próximas horas el gobierno con relación a los funcionarios que integrarán la delegación oficial para la mesa de conversaciones de paz con el EMC-FARC y se da en el contexto del cese el fuego de seis meses decretado por Petro el 31 diciembre pasado con diferentes actores armados, entre ellos las disidencias de las antiguas FARC.
