Las ucronías suelen ser ejercicios intelectuales entretenidos y fascinantes pero en nada ayudan a comprender lo que finalmente ocurrió de verdad en la Historia. Ya no sabremos qué hubiera pasado si los nazis ganaban la guerra, si aquella bala no le hubiera volado la cabeza a aquel presidente, o si Beltrán hubiera matado Batlle. La realidad se lleva mal con los hubiera, no confía demasiado en los habrá y solo se fía de los hubo y los hay. Y lo que hubo y hay en la brevísima gestión que transita el presidente Luis Lacalle Pou es una terrible pandemia que azota al mundo y pone entre comillas cualquier augurio acerca de lo que pasará.