El galpón donde se prepara la producción para llevar al mercado quedó destrozado

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El granjero al que por segunda vez en el año una tormenta le derrumbó el galpón y destrozó su producción

Sebastián Girard vende cebollas, boniatos y zanahorias en la UAM; la turbonada en Paysandú le derrumbó un galpón por segunda vez en el año
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11 de julio de 2022 a las 21:50

Sebastián Girard es productor hortícola en Paysandú, y remite su producción a la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM). Esta semana tenía programado un envío de boniatos y zanahorias (dos de los tres rubros que produce en su granja), pero debió cancelarlo, porque la turbonada que afectó a ese departamento generó destrozos en su campo, y la producción que iba a llevar al mercado quedó bajo los escombros de un galpón que el viento “arrancó enterito”, contó el productor a El Observador.

Por segunda vez en el año el galpón de madera y nylon en el que Sebastián realiza el lavado, el acondicionamiento y el packing de su producción para llevar al mercado se vio destrozado por el viento. La primera vez fue en febrero, luego de una fuerte tormenta.

En el galpón tenía boniatos y zanahorias cosechados hace unos días. Algo podrá rescatar, pero mucho quedó golpeado y mojado. Aunque lo que más complica la actividad para adelante son los daños que sufrieron las máquinas, que ahora deberán ser reparadas.

Esta es la segunda vez en el año que el galpón de Sebastián se destruye por un temporal.

El viento fue terrible, fue un segundo en el que arrancó todito. El galpón estaba bastante bien hecho, pero no resistió", dijo el productor. En el campo, en el que también tiene su casa, se cayeron algunos árboles y se voló un pedazo de techo de la vivienda, pero "por suerte no hubo heridos", comentó.

Hace 10 años que trabaja en el rubro hortícola, en 20 hectáreas en su campo ubicado en la ruta 90. Se dedica a producir cebollas, boniatos y zanahorias, y pese a que el viento le pegó fuerte, está seguro de que lo que queda para adelante es levantarse y seguir trabajando.

“Contra el clima no se puede hacer nada, son cosas que pasan", indicó. Todavía no se ha comunicado con autoridades departamentales, pero supo que una ingeniera de la Intendencia de Paysandú está recorriendo campos para evaluar daños. "Una mano no vendría mal", indicó el productor.

Sebastián produce cebollas, boniatos y zanahorias en 20 hectáreas.

Producción a cielo abierto

Su producción es desarrollada 100%  a cielo abierto. Las cebollas, que se habían plantado hace poco tiempo, fueron las más afectadas a nivel de cultivo. Los daños no se han evaluado en totalidad aún, dado que la tormenta fue esta madrugada, pero aunque se espera que algo se salve, mucha producción quedó golpeada, indicó.

La maquinaría con la que se empacan los productos para el mercado deberán repararse tras el temporal.

“Un total caos”

Si bien en el campo de Sebastián no hay cultivos bajo techo, en otros establecimientos del departamento sí se trabaja en invernáculos, estructuras que se vieron muy afectadas por el viento en varios establecimientos.

El productor contó que, según supo por colegas, algunos cultivos de tomate y morrón se vieron afectados en varias granjas.

Varios invernáculos se vieron destrozados por el viento.

Juan Moreno, presidente de la Comisión de Ganadería de Diputados, y residente de Paysandú, comentó a El Observador que esta mañana realizó una recorrida por establecimientos hortícolas y en la mañana la situación era “un total caos”.

Hay un sinfín de invernáculos afectados y me imagino que la horticultura a cielo abierto también quedó muy dañada. Fue tremendo el viento, en la zona hortícola hubo mucho daño por árboles caídos y galpones destrozados, estimamos que es mucho más de lo que pensamos”, indicó. Según destacó, los más afectados fueron los productores rurales chicos, ya que son los que se ubican en la periferia de la ciudad.

“El viento entró cruzado, agarró una parte donde hay muchas chacritas e hizo sus daños graves”, agregó.

Murieron perros

La turbonada pegó fuertemente en la ciudad, donde hubo casas destrozadas, árboles caídos y mucho daño a nivel de tendido eléctrico. El local de la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú también sufrió daños edilicios, de voladura de techo y rotura de vidrios.

Los daños a nivel productivo se siguen estudiando, dado que en la zona hay muchos establecimientos de productores familiares, como granjas, tambos chicos y establecimientos ganaderos, principalmente de ovinos. Hasta el momento no se reportaron denuncias por muertes de animales de producción, pero sí se sabe que murieron perros electrocutados por cables caídos, informó.

Esta semana Sebastián iba a enviar producción a la UAM.

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