No fue un día más en el Puerto de Montevideo. La niebla que este martes se posó sobre la capital y amenazó la visibilidad estuvo acompañada en la zona de la Aduana por una columna de humo tras un foco de incendio en un barco pesquero surcoreano, que encendió las alarmas de las autoridades y activó un operativo durante toda la jornada.
Si bien los 39 tripulantes de la embarcación estuvieron a salvo y no presentaron lesión alguna, el incendio tuvo un especial cuidado por parte de Bomberos y la Armada ante el "riesgo de explosión" del amoníaco presente en la nave.
El vocero de Bomberos, Pablo Benítez, dijo a Telemundo que el fuego se originó en un "sector de procesamiento de pescado", donde hay gran presencia de "plástico, nailon y otros materiales empleados para ese trabajo" y eso "dificulta que el incendio sea controlado rápidamente". Si bien la zona donde se concentró el fuego no tenía presencia de amoníaco, tanto Bomberos como la Armada se mantuvieron alertas para que el foco no se propagara y alcanzara el área donde sí está ese gas.
"Utilizan el amoníaco como sistema de refrigeración del pescado. Se trata de un gas tóxico que contamina y a determinada temperatura genera ese riesgo de explosión", explicó a El Observador el vocero de la Armada, Pablo González. "El riesgo sigue mientras haya fuego, hasta que no se controle del todo y quede solo calor", agregó.
La intensidad del fuego y la "gran columna de humo" que generó en primera instancia llevó a Bomberos a apartar el barco del muelle 6 del Puerto de Montevideo, donde se encontraba al momento del incendio. Dos remolcadores trasladaron al pesquero hasta la zona del antepuerto (pasando la escollera) y allí quedó varado. "El barco recala a seis metros y en el antepuerto la profundidad es de cuatro metros", explicó González.
"El riesgo de explosión sigue mientras haya fuego", dijo Pablo González, vocero Armada.
Para asegurarse el máximo cuidado, a la operativa de Bomberos mediante dos remolcadores se sumó la asistencia de dos buques de la Armada, que trabajaron en el enfriamiento del barco para extinguir el foco.
"Esto va a continuar en la noche y hasta la jornada del miércoles", advirtió González, y agregó que la operativa en el puerto se había normalizado sobre las 15 horas tras el traslado del barco.
Una vez que se extinga el fuego, el barco pesquero podrá ser remolcado y retirado del antepuerto. González, por su parte, destacó que los tripulantes "no tuvieron ningún daño".
El trabajo de Bomberos y la Armada para evitar una explosión de amoníaco tuvo lugar un mes después de otro incidente que involucró una fuga de ese gas en Tarariras, Colonia.
El pasado 23 de mayo, ocho personas debieron ser internadas en cuidados intensivos tras una fuga de amoníaco en un frigorífico ubicado en esa localidad.
La especialista Alba Negrín, profesora agregada del Departamento Toxicología del Hospital de Clínicas, explicó a El Observador que el amoníaco es un gas que afecta principalmente la capacidad respiratoria de las personas.
"Tiene una doble característica: genera una irritación generalizada de la vía área alta, al nivel de oídos, nariz, laringe y garganta, y afecta también la vía respiratoria baja, que incluye pulmones y bronquios", dijo la experta.
Como todo gas de esta naturaleza, tiene por efecto la "sustitución del oxígeno" en el aire: "Todo esto genera un malestar importante", añadió.
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