Para Piotr Malachowski, los
Juegos Olímpicos eran una gran chance. No tanto a nivel competitivo o deportivo como a nivel emocional: el lanzador de
disco polaco buscaba el oro para ayudar a un chico de tres años llamado Olek que sufre de
cáncer de ojos y cuya única esperanza era irse a hacer un caro tratamiento a la ciudad de Nueva York.
Olek, que pelea contra ese cáncer desde hace dos años, fue la razón por la que Malachowski lamentó no haber ganado el oro. Pero la medalla de plata que se llevó el polaco sería suficiente. El campeón mundial de lanzamiento de disco puso a subasta la presea a través de sus redes.
"Dí pelea por el oro en Río. Hoy estoy llamando a todos a pelear por algo todavía más preciado", escribió. "Si me ayudan, mi medalla de plata puede ser más preciada que el oro para Olek", añadió.
Aquí, Malachowski en acción en Río:
Una fundación polaca consiguió una tercera parte de los US$ 126.000 que se estimaba se requerían para el tratamiento, mientras que el posteo de Malachowski se viralizó tanto que recibió ofertas de todo el mundo.
Finalmente, el deportista anunció que Dominika y Sebastian Kulsczyk, miembros de una de las familias más ricas de Polonia, se llevaron la medalla por una suma que cubre todos los gastos necesarios.
"Demostramos que pudimos hacer milagros", dijo Malachowski. "Hoy, mi medalla vale mucho más que hace una semana Vale la vida y la salud de Olek. Este es nuestro gran éxito compartido".