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El ministro de Relaciones Exteriores chino visitará Alemania y Francia esta semana

Tras la conversación telefónica entre Xi Jinping y Volodomir Zelensky, Beijing inicia el diálogo con países de la OTAN para avanzar en su propuesta de diálogo entre Rusia y Ucrania
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08 de mayo de 2023 a las 15:49

El ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, inicia este lunes una gira que lo llevará a Alemania, Francia y Noruega, en un momento en que el gigante asiático busca desempeñar un papel de mediador en la guerra en Ucrania.

El diplomático se reunirá con los representantes de Exteriores de estos tres países europeos, la alemana Annalena Baerbock, la francesa Catherine Colonna y la noruega Anniken Huitfeldt, indicó el lunes un portavoz del ministerio chino, Wang Wenbin, según reporta un despacho de la agencia AFP.

Gang es un diplomático y político que desde el 30 de diciembre de 202 2 asumió como Ministro de Relaciones Exteriores de China. Anteriormente había ocupado los puestos de Viceministro de Relaciones Exteriores entre 2018 y 2021, y luego, entre 2021 y 2022 fue embajador en los Estados Unidos.

La diplomacia china no brindó más detalles sobre los pasos que dará en canciller en esta importante visita, que tiene lugar dos semanas después de conversación telefónica que mantuvieron el presidente chino, Xi Jinping, y su par ucraniano, Volodimir Zelensky.

Se trató del primer contacto directo entre ambos mandatarios desde comenzadas las hostilidades el 24 de febrero de 2022. La novedad es que en esta visita, Qin Gang tendrá trato con tres miembros fuertes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en momentos en que ya ocurrieron los envíos de blindados por parte de varios países miembros de la alianza atlántica a Ucrania.

Por otra parte, China se presenta como un interlocutor en la guerra con un plan de 12 puntos y con declaraciones de Xi Jinping en las que apela al diálogo, sugiere que ambas partes tienen que ceder y que peor es el escenario “de una destrucción masiva”, en el sentido de que una escalada del conflicto puede significar el uso de armas nucleares.

Es sabido que la relación entre Beijing y Moscú es de proximidad, por cuestiones de abastecimiento energético por parte de Rusia hacia China, y también por el encuadre geopolítico.

Sin embargo, otro elemento de peso de la diplomacia chica es el crecimiento importante del PIB, así como una presencia creciente de las inversiones en todos los continentes, incluyendo la Comunidad Europea, que es muy deficitaria en términos de su balanza comercial con China.

Beijing despliega una política orientada al multilateralismo y, en ese contexto, en febrero pasado, publicó un documento de 12 puntos en el que expuso su postura sobre el conflicto. La iniciativa, considerada por algunos como un plan de paz, instó a Moscú y a Kiev a entablar conversaciones.

El viaje del ministro chino también se produce poco después de las declaraciones del embajador chino en Francia, Lu Shaye quien, al ser consultado por una cadena francesa acerca de la península de Crimea, que declaró su cercanía a Moscú en 2014, Lu argumentó que los países que surgieron como naciones independientes tras la caída de Unión Soviética en 1991, no tenían "un estatus efectivo bajo el derecho internacional" porque no había un "acuerdo internacional que confirme su estatus como naciones soberanas".

Kiev pretende recuperar Crimea y Moscú no parece querer ceder ese territorio donde se encuentra la base militar de Sebastopol desde fines del siglo XVIII y constituye la base naval rusa más grande en el Mar Negro.

La ministra alemana de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock, visitó Beijing el abril pasado y aprovechó su viaje para pedirle que hable con el "agresor ruso" para que "pare la guerra" en Ucrania. "Ningún otro país tiene tanta influencia sobre Rusia como China", afirmó. La funcionaria alemana formó parte de una delegación que acompañó al presidente francés, Emmanuel Macron, en una visita a China a inicios del mes pasado.

Sin embargo, tanto el jefe de Estado alemán, Olaf Sholz, como el presidente Macron, no quieren romper el diálogo con Beijing y también quieren afirmar su fortaleza geopolítica respecto de Washington, en un juego de diálogo abierto con China, la segunda economía del planeta y la potencia en ascenso con fuerte presencia en el continente europeo

(Con información de agencias)

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