Este viernes fue capturado en Rivera el principal sospechoso del asesinato de Ignacio Galván, el menor de 17 años hincha de Peñarol que murió el 10 de enero tras ser atacado en el barrio La Unión cuando llevaba la camiseta de su equipo. Mirta Morales, desde este viernes exfiscal del caso –Adriana Edelman tomó su lugar que le corresponde por el cambio de turno– dijo a El Observador que esta captura es una "gran alegría", luego de diez días de intenso trabajo coordinado entre la Policía y la Fiscalía.
La tarea comenzó con la declaración de los testigos presentes en el lugar del asesinato, que según Morales eran "muchos". Estos vieron como una moto paraba, y luego prestaron atención al sentir un disparo. La fiscal detalló que un testigo logró divisar como el conductor de la moto guardaba un arma en un morral, y varias personas presentes dijeron hacia dónde había escapado esa persona, y sus características físicas.
El paso siguiente fue buscar las cámaras de vigilancia que hubiese en la zona. Con ellas se trató de reconstruir el accionar previo y posterior del presunto responsable del asesinato. Tal como informó El Observador, esta fue una de las primeras pistas que ubicó a hinchas de Nacional en el lugar del homicidio.
Antes del incidente, Morales indicó que también detectaron otro hecho "menor": una persona de características similares a la que describían los testigos, junto a un acompañante, habían "correteado" a un hincha de Peñarol en la calle, desde una farmacia que está al lado del Sanatorio Casmu de la avenida 8 de Octubre. Luego, la fiscal confirmaría que se trataba del presunto homicida.
En ese sanatorio se encontraban varios hinchas de Nacional acompañando a Washington Simón, hincha de Nacional condenado por el fallecimiento de Hernán Fiorito en Santa Lucía en 2016, que estaba internado tras ser baleado. Simón falleció el 10 de enero, un rato antes que mataran a Galván, por complicaciones relacionadas a un disparo recibido en un ataque en la feria Vía Blanca de 8 de octubre, el 6 de enero.
El asesinato del joven hincha de Peñarol se dio a pocas cuadras del sanatorio. Tras atacar a Galván, la información inicial indica que el presunto asesino se cambió de ropa, y fue levantado en un auto por una mujer, que presumen es la pareja del detenido, continuó Morales.
El 18 de enero dos personas fueron emplazadas por el crimen de Galván. Según supo El Observador en ese momento el presunto homicida ya estaba acorralado y había sido identificado por la defensa de la víctima.
Tras varios días en el que se siguieron varios movimientos de esta persona, se lo ubicó en Rivera. Al departamento llegó en dos autos, el primero se rompió y consiguieron otro. Al principio esta locación era una presunción, pero gracias a la ayuda de varios testigos y a la incautación de "muchos teléfonos", Morales contó que se logró captar una señal desde el departamento del norte.
A las 23 horas del jueves 20 de enero la exfiscal terminó de armar los pedidos de allanamiento y la policía "salió corriendo" porque tenía siete horas de viaje hasta Rivera, ironizó Morales. Allí, a las 7:15 de la mañana de este viernes fue capturado el presunto asesino de Galván, en un operativo conjunto de las jefaturas de Policía de Montevideo y Rivera, y la Guardia Republicana.
Fuentes de Fiscalía confirmaron a El Observador que el presunto asesino, de 28 años, fue indagado por delitos de rapiña, violencia doméstica, porte de armas, municiones y explosivos, desorden en la vía pública, entre otras faltas, aunque no fue imputado en ninguna ocasión.
Para Morales, aun con la presunción de inocencia, esta captura cierra una etapa del caso. "Para Mirta Morales este es el presunto homicida", declaró. La exfiscal espera que en algunas horas el implicado sea formalizado.
Para Morales, la muerte de Galván es consecuencia indirecta de un enfrentamiento entre "dos banditas de gente joven que tiene conflictos" relacionadas a Nacional y Peñarol, con un gran compromiso por ambos equipos. Si bien Galván no está vinculado a ningún grupo, su muerte fue por tener la camiseta de Peñarol y en represalia por la muerte de Simón, según la información que maneja la Fiscalía.
En la investigación no se pudo determinar ninguna vinculación de Galván con alguna de estas bandas, ni con algún acto violento de ningún tipo relacionado al fútbol. El menor de edad no tenía antecedentes penales, era un "hincha limpio", según Morales, al que un ser querido le había regalado la camiseta de Peñarol y que cuando "juntaba plata" pagaba una entrada para ver a su club.
La fiscal explicó que estas personas utilizan a los clubes "como excusa" para "generar violencia". "Vos ponés tres bolitas, y esa gente va a generar violencia por tres bolitas", dijo.
"Son energúmenos" y "anormales", que "le hacen mal a todo el deporte, en especial al fútbol", definió Morales.
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