En el preolímpico de básquetbol FIBA Américas para los Juegos de Beijing 2008, disputado en Las Vegas en 2007, la selección uruguaya tuvo que enfrentarse a la de Estados Unidos, formada por varias estrellas de la NBA pero con una que sobresalía por sobre todas: Kobe Bryant, la leyenda que murió este domingo en California en un accidente aéreo, hecho que entristeció al mundo del deporte.
Uruguay se clasificó a la ronda final ganándole en el grupo a Puerto Rico y México con un equipo dirigido por Alberto Espasandín que venía de ganar la medalla de bronce de los Juegos Panamericanos de Río 2007.
Como era de esperar, los locales ganaron por una gran diferencia, por 119 a 79, y Kobe fue figura junto a nada menos que LeBron James, quien hoy es la máxima estrella de la NBA y que el sábado lo superó en la lista de anotadores históricos de la NBA al llegar ante Philadelphia Sixers a 33.655 puntos superando los 33.643 de Kobe.
Luis “Bicho” Silveira fue uno de los celestes en cancha ante la Black Mamba y recordó cómo fue medirse ante Bryant y ante el equipo que luego terminaría siendo medalla de oro tanto en Las Vegas como al año siguiente en China.
“El contacto que tuvimos no fue mucho, pero durante el juego y más que nada después, recuerdo todo lo que fue ese relacionamiento que tuvimos todos los jugadores, nosotros con ellos y en particular con Kobe, que era el más popular de aquella selección”, contó a Referí.
“Todo el mundo quería sacarse una foto con ellos. Nosotros, por supuesto, y también los periodistas. Y todo el mundo estaba arriba de él. Y él siempre estaba con una sonrisa, era un tipo muy querible. Me quedó esa impresión en ese momento de intercambio que hubo”.
Silveira recordó que todos los jugadores de Uruguay se quedaron con objetos de los rivales. “A mí Chauncey Billups me dio la remera de él”, señaló.
Antes del partido se pusieron de acuerdo en que cada uno iba a pedirle la camiseta al jugador que les tocaba marcar. “No íbamos a ir a pedirles todos la camiseta a Kobe”, agregó, y señaló que quien lo tuvo que marcar fue Emilio Taboada, quien cree que se quedó con su camiseta.
“Lo que te queda es eso, que él siempre estaba con una sonrisa, siempre bien y de buen humor para sacarse las fotos con todos los compañeros que le pidieron”, recordó el Bicho, quien dijo que él no se sacó fotos con Kobe.
“Siempre estaba de buen humor y me imagino que así sería la vida de él segundo a segundo”, agregó.
Con respecto al trámite del juego, Silveira señaló que no coincidió mucho con Kobe porque justo no estuvieron ambos en cancha a la misma vez.
“Pero cuando estaban ellos calentando la atención nuestra estaba puesta en ellos y decíamos ‘estos no erran ninguna pelota’. Y Kobe por supuesto no erraba ninguna”, agregó.
“En el juego fue un tipo super profesional que hizo lo que tenía que hacer, obviamente hizo lo que quería con nosotros”, bromeó el Bicho. “Pero muy bien, muy profesional, sin roces en el juego, e incluso alguno le hizo alguna broma al pasar y él siempre respondió con una sonrisa”.
Silveira comentó que jugó contra otros equipos con jugadores de la NBA que tuvieron “actitudes diferentes”.
“Pero ese grupo en particular, y él en particular, era muy bien, muy abiertos, imaginate que terminamos todos en el vestuario de ellos después que terminó el juego pidiéndoles las cosas que les habíamos pedido. Eran un grupo lindo”, comentó.
En aquella selección de Estados Unidos que era dirigida por Mike Kryzewski además de Kobe y LeBron estaban Michael Redd, Jason Kidd, Dwight Howard, Amare Stoudemire, Deron Williams, Tayshaun Prince, Michael Miller, Tyson Chandler y Chauncey Billups.
Para Silveira, Kobe está entre “los cinco grandes de toda la historia”. “No solamente por lo que deportivamente hacía, sino por la pasión que siempre le puso al juego y la dedicación que le puso”, explicó.
“Los problemas que tuvo con su pares fueron siempre porque él buscaba la excelencia por sobre todas las cosas. No es que no tolerara que los demás fueron menos que él, sino que no toleraba que los demás pusieran menos energía o menos ganas que las que ponía él, que era el más talentoso de todos”, comentó.
El Bicho, que este domingo estaba en la playa cuando se enteró de la muerte de Kobe, dijo que “es una pena enrome”.
“Suena raro que alguien tan lejano genere sentimientos como los de un amigo, quizás. Es algo extraño. Porque él es del básquetbol o es el básquetbol. Mandándole unos mensajes a mi hijo, que ya es grande, le decía que me daban ganas de llorar. Que una persona que esté tan lejos genere eso, es porque tiene que haber sido alguien grande”, señaló, con la voz entrecortada, antes de despedirse al finalizar la llamada.
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